domingo, 16 de diciembre de 2012

No somos nada. Somos solo polvo. Polvo somos y en polvo nos convertiremos. Polvo de estrellas.
Y cuanto antes lo aceptemos, mejor.

jueves, 29 de noviembre de 2012

RJL, NTB, SB, APD, FW.

Odio las historias largas; libros, películas, series... Te crean dependencia, te hacen una persona obsesiva. Te hacen creer incapaz de vivir sin un personaje y de repente, sin más te lo quitan. Y te duele, es como si faltara algo de ti, como si un trozo, por pequeño que fuese, se hubiese desprendido de tus ideas. Es como un golpe; al principio duele, pero cuando te recuperas ya solo te queda el recuerdo. Y a diferencia de los golpes, suele ser un buen recuerdo.
N.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Y Mercucio, murió defendiendo a Romeo.

No sirve de nada ser feliz en los sueños. Sueña, pero se feliz en la realidad. 
Solo así lograrás hacer de tu vida, una historia que merezca la pena contar.

lunes, 12 de noviembre de 2012

nothing special 4 u

Me prometiste volver y aún sigo aquí esperando, a ver si te veo de lejos. Sin ti, todo se me hace más difícil, la vida se ve en blanco y negro, y el paso de los días se relentiza hasta tal punto que el tiempo parece detenerse. Sentada en mi aburrido sillón de siempre, ya descolorido, viendo las mismas noticias en la televisión todos los días, leyendo los mismos libros. Hace tiempo que pienso que no te volveré a ver, pero entonces una sonrisa (casi cruel, diría yo) cruza mi cara y por mi cabeza pasan pensamientos que me devuelven de golpe a la realidad; claro que volverás, y yo seguiré esperandote, en mi rutina de todos los minutos, en mi lento latir, en mi lento sentir. En tu ausencia, todo pierde sabor, y las fresas ya no huelen igual. Hace tiempo que pensé en olvidarte, pero el simple hecho de pensar en intentarlo resultaba demasiado doloroso, y ahora no puedo evitar pensar en ti más que nunca. En ti, que hacías de mi vida un sitio especial, que hacias de cada ´hora algo distinto y de cada segundo una emoción especial. Vuelve, vuelve, te lo pido, te lo suplico. Vuelve.
Y trán mucho sopesarlo, he llegado una conclusión; cuanto más te pienso, más cerca tuya estoy.
Tal vez nunca fui digna de tenerte, pero ahora te necesito. Vuelve, locura.

lunes, 5 de noviembre de 2012

SLDB

Querido diario, hoy me he sumergido en lo más profundo de mis recuerdos. Pero de los buenos, de cuando él estaba conmigo. No, no me refiero a ningún amigo especial (como lo llamaría mi padre), a un novio o a un rollo. Me refiero a él, a mi ''hermano mayor'', al que siempre ha sido mi modelo a seguir. Y al pensar en él, me he dado cuenta de cuanto lo echo de menos, de como añoro esos veranos a la orilla de la playa haciendo ángeles en la arena y castillos enormes, de como quiero volver a ser una niña para que él me vuelva a sobreproteger como solía hacerlo. Aún me acuerdo de lo bien que hacía su papel, de como no dejaba que me pasara nada. A su lado me sentía segura, fuerte, por que sabía que teniéndolo cerca, nada ni nadie me podría hacer daño...
Pero de eso hace muchos años, demasiados quizás, y él ha crecido, y yo con él. Aunque con kilómetros de más entre ambos. Tal vez sea mejor así, sino jamás habría sabido protegerme por mí misma.
Pero hay ocasiones, como ahora, en las que me encantaría tenerle cerca, darle un abrazo, y puede, que contarle cada una de las preocupaciones que me pasan por la cabeza. O mejor, simplemente volver a disfrutar de lo fuerte que me hacía su compañía.

martes, 23 de octubre de 2012

Rome.

´´El invierno ha llegado a Roma. El Coliseo amanece nevado, y la Fontana tiene como compañera inseparable a la escarcha que cada mañana flota en el agua. La gente odia el frío, pero no entiendo el por qué. Ahora todos parecen más felices; a las chicas les encanta fingir que tienen frío para que ellos les cedan su abrigo. Y a ellos les encanta ser una valientes, aunque el día siguiente se levanten entre grados y grados de fiebre. Las parejas pasean por la Piazza di Spagna agarrados de la mano, abrazados. Se besan. Buscan calor. Humano. A mi parecer, el invierno trae amor consigo.
Yo jamás he podido comprenderlos. Nunca me ha gustado hacer nada de lo que hace el resto de la gente. Nunca he buscado el amor. La verdad, para mi nunca ha merecido la pena. Todas las historias de amor terminan mal. Me parece un sufrimiento innecesario. Disfruto más viéndolos. Mirándolas a ellas. Como disfrutan sintiendose queridas de esa manera. Como, en invierno, se acompañan de mil complementeos para llamar su atención. Se maquillan más. Y ellos se derriten ante ellas, antes sus espléndidas sonrisas. Ahí, es cuando un hombre pierde, pero a la vez gana, toda su valentía. Paradójico, lo se. Pero como yo lo veo, tiene lógica. (Cuando una ella le sonríe a él, él se siente débil, ya que siente que ella podría destruirlo en cualquier momento, pero a la vez, él se siente fuerte, más que nunca, ya que sería capaz de hacerlo todo por ella). Siempre me he preguntado, como se sentirán en ese momento. En fin, supongo que nunca lo sabré.
Y aqui estoy yo, sola, rodeada de parejas, sentada en una terraza, en frente de Agripa. Aquí estoy yo, tan simple como siempre, con mis pitillos y mis botas, y mi abrigo, y mi gorro. Y me siento feliz, más que nunca. No, no estoy enamorada, ¡Ni mucho menos! Estoy contenta, alegre. Estoy aprovechando esto al máximo, cada momentos, antes de que, como dijo un gran poeta ''antes de que el tiempo airado, cubra de nieve la hermosa cumbre''.
Estoy llenando de recuerdos este pequeño cuaderno, este pequeño diario. Recuerdos de miles de historias de amor más largas que un suspiro. Recuerdos de cada noche entre unas sábanas diferentes...
Recuerdos, que algún día, dejarán de ser recuerdos.''

martes, 16 de octubre de 2012

Bienvenido a Hogwarts.

Oh, podrás pensar que no soy bonito,
pero no juzgues por lo que ves.
Me comeré a mi mismo si puedes encontrar
un sombrero más inteligente que yo.
Puedes tener bombines negros,
sombreros altos y elegantes.
Pero yo soy el Sombrero Seleccionador de Hogwarts
y puedo superar a todos.
No hay nada escondido en tu cabeza
que el Sombrero Seleccionador no pueda ver.
Así qué pruebame, y te diré
donde debes estar.
Puedes pertenecer a Gryffindor,
donde habitan los valientes.
Su osadía, temple y caballerosidad
ponen a parte a los de Gryffindor.
Puedes pertenecer a Hufflepuff,
donde son justos y leales.
Esos perseverantes Hufflepuff
de verdad no temen el trabajo pesado.
O tal vez a la antigua sabiduría de Ravenclaw,
Si tienes una mente dispuesta,
porque los de inteligencia y erudición
siempre encontrarán allí a sus semejantes.
O tal vez en Slytherin
harás tus verdaderos amigos.
Esa gente astuta utiliza cualquier medio
para lograr sus fines.
Así qué pruebame! No tengas miedo!
Y no recibirás una bofetada!
Estás en buenas manos (aunque yo no las tenga)
Porque soy el sombrero pensante.

lunes, 8 de octubre de 2012

No hay peor ciego, que el que no quiere ver.

Miró a su alrededor, perdido en la luz de las estrellas. La llanura se extendía hasta donde alcanzaba la mirada. Se bajó del Mercedes con pies de plomo, y no llegó no a dar un paso, cuando ya estaba de nuevo en el suelo. Con una botella de Vodka en una mano y aquellos malditos Ducado Rubio en la otra. Se encendió un cigarro, y luego otro, y después uno más. Y observó como el humo era independiente, como subía sin necesidad de nada, de un simple soplo. La garganta le ardía. Y el suelo comenzó a cambiar su composición por una mezcla de alcohol, cenizas y lágrimas. Aquella rusa, aquella maldita rusa que le había robado el corazón. O tal vez no. Tal vez simplemente, se había quedado con su dignidad. Pero eso a él le daba igual. Solo importaba que ella se había ido.
Y así amaneció, apoyado en su preciado Mercedes, con una mano en el corazón, y otra llena ceniza.

domingo, 7 de octubre de 2012

Dame una sonrisa de complicidad.


 

Never'ever

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."

El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como esta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche esta estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque este sea el ultimo dolor que ella me causa,
y estos sean los ultimos versos que yo le escribo.

Pablo Neruda

lunes, 1 de octubre de 2012

R&J


-Así quedan mis labios limpios de pecado por los tuyos.
+¿Entonces mis labios tienen ahora el pecado?
-¿Pecado de mis labios? Me reprochas con dulzura, devuelveme mi pecado.

Livin' la vida loca


Que difícil es hablar cuando no hay nada que decir. Cuando el corazón grita, los ojos hablan, pero en cambio, la lengua se queda muda. ¿Qué pasa? ¿No lo sabes? Yo te lo diré. Hasta ahora, para ti esto ha sido solo un paseo. No llames vida a estos años, en los que te lo han dado todo masticado. Llama vida a lo que te queda de este día en adelante. Por que la vida no es únicamente subsistir. La vida es luchar, sufrir, disfrutar, llorar, amar, odiar, reír, caer, levantar, volver a caer. La vida es acción. La vida es decisión. Es un cúmulo de decisiones. De tus decisiones. ¿Destino? Me río del destino. Tú eliges, tú decides. Estás condenado a la libertad, hagas lo que hagas. Así que, como mínimo, procura tener una vida que se merezca la pena vivir.

Utopía.

Hace poco descubrí un ''lugar''. Es un lugar secreto, algo que solo sabemos tu y yo. Es un sitio que está en lo más profundo de mi, en lo más hondo de mi mente, para que no pueda encontrarlo nadie jamás. Solo tú. Es una utopía. Y descubrí que no es algo fijo. Que se mueve. Que va siempre a tu lado. Que allá donde estés tu, está mi utopía.
Podré intentar describírtelo con palabras, pero es mucho para mi. Aún no estoy a la altura de Neruda ni de Bécquer. Pero algún día lo estaré. Hasta entonces, solo te pido dos cosas.
La primera, es que estés conmigo las 25 horas del día. Que despiertes a mi lado, que te duermas después que yo, que me enseñes a vivir.
Y la segunda, es que aceptes un vano intento de explicación de todo lo que me gustaría decirte ahora mismo:
 ''Mi utopía, mi ''tres metros sobre el cielo'', no es un lugar. Es una persona, Eres tú. Mi utopía consiste en un montón de acciones, en miles de detalles de los cuales, solo me percato yo. Son tus ojos, es que me mires, tu voz, tus palabras, tu piel, tu tacto, tu tiempo. Es ver una película debajo de una manta, mientras fuera llueve. Mi utopía no es más que oírte decir que me quieres''

''Como podría, sin ser Neruda, decirte lo que quiero decirte, y que lo oigas como quiero que lo oigas''

jueves, 9 de agosto de 2012

'12

Decir que el mundo está en mis manos, que cuando estás a mi lado el tiempo vuela. Todo se sume en un silencio agradable, nadie nos mira, somos dos más, pero dos diferentes. Fingir que nada importa cuando realmente tenemos lo más importante al alcance de la mano. Y es que lo que más quiero es el roce de la tuya, de tu mano con mi mano, de tus dedos con mis dedos. Y es que si estas tu todo cambia, el mundo es distinto. Todo parece perfecto sin serlo, por el simple hecho de sentir tu respiración en mi cuello. Por ver tus ojos, únicos.
Sentir que contigo nada es difícil, que me digas que puedo tocar las estrellas, y creerte. Desarmarme con solo una sonrisa, y ser yo la causa de ella. Y es que no hay más.
Solo tú.
Tú y yo.

lunes, 16 de julio de 2012

1 way 2 say those 3 words.

¿Por qué las personas somos tan masocas? ¿Por qué nos gusta tanto hacernos daños a nosotros mismos? Vemos películas que nos hacen llorar, escuchamos canciones cuyas letras enternecerían al mismísimo diablo, leemos libros que terminan en muertes y desolación. Nos encerramos en todo aquello que fue, pero que ya no está. Nos encanta recordar tiempos mejores, aún sabiendo que con eso no hacemos más que reabrir viejas heridas de guerra.
Nos compadecemos de nosotros mismos, buscamos la compasión que no recibimos de los demás. 
Pero a veces, y solo a veces, todo esto no es más que un impulso, un aliento, para seguir adelante. Para llegar a ser alguien. Para llegar a nuestra meta. Es un ''si todo fue bien en el pasado, puede ir bien en el futuro'', es un ''si quiero, puedo'', es un ''si he llegado hasta aquí, nadie me va a parar ahora''.
El mundo es un lugar demasiado grande para mi sola. Y no me da miedo admitir que necesito alguien en quien apoyarme. Tal vez sea un prototipo de chicas de las que ya no quedan; escribir es mi pasión, las palabras son mi mundo, y saber hilarlas mi don. Soy más soñadora de lo normal, sueño con ser algún día una escritora de bestsellers, una detective, y algo que me viene desde pequeña... una actriz. Y, para ser feliz un viernes por la tarde, no necesito más que tres o cuatro personas.
Sencillo, simple. 
Y tú, seas quien seas, vivas donde vivas, y hagas lo que hagas, gracias. Gracias porque por leer esto, estás haciendo de mi sueño, la meta de mi vida, una realidad.
Y si puedes cumplir el sueño de otra persona, puedes cumplir el tuyo.

viernes, 13 de julio de 2012

París.

Me huele a París. Me huele a amor, a recuerdos, a cartas, a huellas, peinados, vestidos, zapatos caros, sábanas de franela, camas deshechas, besos en la puerta, abrazos de despedida. Me huele a impotencia, a decir ''quiero, pero no puedo''. Me huele a sueños que jamás serán otra cosa. Pero también me huele a sueños con ganas de hacerse realidad. Mi habitación huele a París. Mi cama aún está herida, como si le faltara algo. La almohada llora por las noches, y las finas tiras del atrapasueños, dejan pasar todas las pesadillas. Los peluches me miran con un destello de tristeza en la mirada, y las fotos evitan ser vistas. El espejo ya no es el mismo, ha cambiado. Ya no quiere reflejar a aquella chica arrepentida y triste que un día parecí ser. Ahora refleja a una niña orgullosa, feliz. Todo ha cambiado, todo tiene ahora más luz. Todo brilla.

Tal vez ya no estemos juntos, pero siempre nos quedarán los sueños. Los sueños y las palabras. Sí, siempre nos quedarán las palabras bonitas. Siempre nos quedará París.

martes, 3 de julio de 2012

A.S

Impotencia enorme es la que se siente, cuando se van los mejores, y no puedes hacer nada por remediarlo.
Por muy lejos que estéis, no dudéis en ser felices, aunque sea de forma inmaterial.
Porque una persona no muere, hasta que deja de ser recordada.

lunes, 2 de julio de 2012

Tú, y yo.


-¿Crees en el destino?
-No. A lo que tu llamas destino, yo lo defino como las decisiones de otras personas que tienen repercusión en tu vida….
-Pero eso es imposible… La decisión que tome alguien no me afecta a mi…
- Ah, ¿No? ¿Eso crees? Mira, te voy a poner un ejemplo… Si algún día llega la chica a la que miras todo el día en clase y empieza a hablar contigo, y a partir de ahí os hacéis amigos, tu a eso lo llamarías destino… En cambio, yo opino que ella tomó la decisión de hablarte.
-Vale, pero ¿Y si en vez de ser así, nos chocamos y empezamos a hablar y a partir de ahí pasa todo lo demás?
-Sencillo. Os chocasteis por un descuido, por una casualidad, pero aun así uno de los dos tuvo que tomar la decisión de hablarle al contrario, porque podría haber pasado que después de chocaros, hubierais pasado el uno del otro y nada hubiera cambiado.
Emilio no contesta. Sabe que Clara tiene razón, pero aún así no lo ha hecho cambiar de opinión. Siguen andando muy pegados. Decide preguntarle algo más.
-¿Y piensas que todos los problemas tienen solución?
-Bueno, depende de la persona.

miércoles, 27 de junio de 2012

Pluma, papel y sentimiento.

Unos pintan, otros hacen deporte, otros música, yo escribo. Y muchas veces pienso, que si no tuviera mi propio reino, el reino de las palabras, explotaría. Lo siento, pero aquí, mando yo. Si no te gusta, adiós.
Puedo ser flexible en muchas cosas, pero no en esto. Porque es lo único en todo el mundo, que es mio, mio y solo mio. Decido yo, y nadie más.

lunes, 25 de junio de 2012

Wait.

Esperaré en algún lugar que tenga una historia que contarme. Donde nadie me vea. Donde estemos solos mi conciencia y yo.

jueves, 14 de junio de 2012

De mayor quiero escribir como Neruda, y como Papini, Bécquer, Shakespeare, Rubén Dario, Machado...

En una de las paredes de mi cuarto hay colgado un hermoso reloj antiguo que ya no funciona. Sus manecillas, detenidas desde casi siempre, señalan imperturbables la misma hora: las siete en punto.
Casi siempre, el reloj es sólo un inútil adorno sobre una blanquecina y vacía pared. Sin embargo, hay dos momentos en el día, dos fugaces instantes, en que el viejo reloj parece resurgir de sus cenizas como un ave fénix.
Cuando todos los relojes de la ciudad, en sus enloquecidos andares, y los cucús y los gongs de las máquinas hacen sonar siete veces su repetido canto, el viejo reloj de mi habitación parece cobrar vida. Dos veces al día, por la mañana y por la noche, el reloj se siente en completa armonía con el resto del mundo.
Si alguien mirara el reloj solamente en esos dos momentos, diría que funciona a la perfección... Pero, pasado ese instante, cuando los demás relojes callan su canto y las manecillas continúan su monótono camino, mi viejo reloj pierde su paso y permanece fiel a aquella hora que una vez detuvo su andar.
Y yo amo ese reloj. Y cuanto más hablo de él, más lo amo, porque cada vez siento que me parezco más a él.
También yo estoy detenido en un tiempo. También yo me siento clavado e inmóvil. También yo soy, de alguna manera, un adorno inútil en una pared vacía.
Pero disfruto también de fugaces momentos en que, misteriosamente, llega mi hora.
Durante ese tiempo siento que estoy vivo. Todo está claro y el mundo se vuelve maravilloso. Puedo crear, soñar, volar, decir y sentir más cosas en esos instantes que en todo el resto del tiempo. Estas conjunciones armónicas se dan y se repiten una y otra vez, como una secuencia inexorable.
La primera vez que lo sentí, traté de aferrarme a ese instante creyendo que podría hacerlo durar para siempre. Pero no fue así. Como mi amigo el reloj, también se me escapa el tiempo de los demás.
Pasados esos momentos, los demás relojes, que anidan en otros hombres, continúan su giro, y yo vuelvo a mi rutinaria muerte estática, a mi trabajo, a mis charlas de café, a mi aburrido andar, que acostumbro a llamar vida.
Pero sé que la vida es otra cosa.
Yo sé que la vida, la de verdad, es la suma de aquellos momentos que, aunque fugaces, nos permiten percibir la sintonía del universo.
Casi todo el mundo, pobre, cree que vive.
Solo hay momentos de plenitud, y aquellos que no lo sepan e insistan en querer vivir para siempre, quedarán condenados al mundo del gris y repetitivo andar de la cotidianidad.
Por eso te amo reloj. Porque somos la misma cosa tú y yo.

miércoles, 13 de junio de 2012

Güido.

El rey, el dueño de Italia. Italia, país gobernado por hombres a los que gobiernan mujeres. Mujeres que no son mujeres, que son musas. Musas que están en un alto y frío pedestal, que al caer se dan un golpe de muerte. Hombres a los que solo llama el placer, que solo quieren sexo. Hombres manipulables, hombres que quieren chicas guapas y rubias. Hombres que se enamoran de ''Carla Carlisima''. Hombres que se enamoran de la manera de actuar. Hombres que no se enamoran de la mujer que actúa, sino del papel que representan. Realmente, no saben lo que es amar.
Hombres perdidos, perdidos del todo.
Hombres que, una vez que se dan cuenta de su error, intentan derrumbar el escenario en el que se está representando su vida. Hombres que no se dan cuenta de que, por mucho que derriben la pantalla, esas serán siempre las luces de su vida. Vidas que se resumen en metal. En el metal que forma la lata de una película, y que esconde un contenido en negativos, en fotogramas. Un contenido vacío, merecido. El contenido que dan años de hacer el amor con las actrices secundarías, y no con la amada, con la protagonista.

''-Gracias.
-¿Por qué?
-Por demostrarme que no soy especial''

Hombres creados por instinto animal. Hombres creados por musas. Musas que no son mujeres. Musas que han hecho de Italia, lo que Italia es hoy. 

domingo, 10 de junio de 2012

''Tú dices que amas la lluvia, sin embargo usas un paraguas cuando llueve. Tú dices que amas el sol, pero siempre buscas una sombra cuando el sol brilla. Tú dices que amas el viento, pero cierras las ventanas cuando el viento sopla. Por eso es que tengo miedo cuando dices que me amas''

Bob Marley.




sábado, 2 de junio de 2012

La carne es débil.

''¿Se diferencian en algo, acaso, los placeres de la carne de los del alma?
¿Puede el alma gozar, si no tiene hogar? ¿O el cuerpo disfrutar en ausencia de su alma?
¿En verdad es tan diferente, lo que se puede tocar que lo que se puede sentir?
¿No hay acaso, amores tan fuertes, que pareces poder tocarlos?
¿Y personas a las que puedes sentir, aunque estén en la otra punta de este plano planeta?
Al inicio, nada estaba escrito. Fueron Adán y Eva los que, en su más pura inocencia, y sin conocimiento aún del mal, comenzaron a clasificar, a nombrar, a decidir: ''...esto es el día, y esto la noche. Por el día, al astro rey lo llamaremos sol, y por la noche a aquella luminosa dama cambiante, la llamaremos luna...''
Intenta besar solo con el alma, sin labios, y no sentirás nada. Intenta vivir sin alma, indiferente a todos los actos de este teatro llamado ''vida'', y no sentirás nada.
Intenta buscar el equilibrio entre el alma y la carne, y encontrarás algo por lo que vivir.''

jueves, 24 de mayo de 2012

miércoles, 23 de mayo de 2012

[insertar nombre]

Chica enamorada, como te echo de menos. ¿Dónde quedaron todas las cosas que sentías al ver sus ojos? ¿O al escuchar su voz? Ya no existen. Ya nada de eso existe. ¿Qué ha pasado? ¿Qué te ha pasado? ¿Has crecido? Te veo más mayor, te siento más mayor. Pero menos enamorada. De hecho, ¿recuerdas lo que se sentía al amar? ¿Recuerdas ese cosquilleo, como se erizaba tu piel al sentir la suya? ¿Recuerdas aquella noche de verano, dos años atrás, en la que te tumbaste en una toalla en pleno campo, a ver una lluvia de estrellas, pensando que lo sentías a tu lado?
Por cada estrella que viste caer, deseaste una vez más estar junto a él el resto de tu vida.
Por cada margarita que deshojastes se te aceleraba un poco más el corazón, cada vez llegabas al final.
Pero ni las estrellas son hadas madrinas, ni las margaritas predicen el futuro.
Y tú, querida, tú no estás enamorada.
No, ya no.
Si he sido capaz de guardar durante años, un pedazo de estrella en un bote de cristal por ti, seré capaz de hacer el doble por mi. Mi vida es mía, y nadie decide por mi. Jamás cometas el error de pensar lo contrario.

martes, 15 de mayo de 2012

Cuando sientes que ya no puedes más, que todo se cae ante ti. Cuando solo quieres llorar, y no lo puedes evitar. Cuando las lágrimas se abren camino entre las polvorientas mejillas, dejando una huella imborrable en los labios, ya cansados del sollozo. Cuando la soledad te llegue tan hondo, que no notes la presencia del que está a tu lado.
Cuando dejes de confiar en ti, entonces, habrá alguien que lo seguirá haciendo. Habrá alguien que con un gesto, o tal vez, con vanas palabras, te devuelva todo aquello que perdiste por ti mismo. Todo aquello que jamás te creíste capaz de hacer.
Tu mismo puedes ser tu mejor amigo, pero también tu peor enemigo.
Si dentro de ti, no encuentras la fuerza que necesitas, apóyate en el hombro de un ser medio mitológico.
Por qué no, apóyate en el hombro de un amigo.

jueves, 10 de mayo de 2012

Que bonito cuando te siento.

Una vez juré amor eterno, grabé con fuego su nombre en mi corazón, y se me terminaron agrietando los labios con tanto hielo. Él juró amarme para siempre... Lo que yo desconocía es que ''para siempre'', cada vez es, significa, incluye, comprende, menos tiempo.
Lo que yo no sabía, ilusa, es que se infravaloran las palabras, las promesas, y se eliminan los hechos.
Porque, ¿Qué nos queda cuando no queda nada?

jueves, 3 de mayo de 2012

Oak.

Cerca de mi cama, en una pared, hay un dibujo de una preciosa hada enmarcada en la frase de un gran dibujante: ''Duerme para soñar, y no para descansar, porque los sueños están para cumplirse.''
El reloj de Papini, y los buenos lectores sabrán a lo que me refiero, se paró a las 7. Y como muy bien dijo él, solo encontraba dos momentos de sintonía al día con el resto de relojes del mundo. Dos momentos cortos, breves, de un segundo cada uno... Pero dos momentos valiosos, dignos de ser guardados en la memoria de todo aquel que la posea.
Gran cantidad de escritores, de artistas, de GENIOS, han intentado definir la felicidad, y con ella el amor, pero no lo han conseguido. Yo no soy mejor que ellos, es más; estoy a su sombra y los admiro como nadie, pero eso no viene al caso. Así, que yo ni si quiera voy a ''intentarlo''. Sí, entre comillas. Por que ya lo he intentado. Cientos de borradores lo demuestran. Pero si la alegría, si el amor, pudiesen explicarse con palabras, ¿De verdad valdría la pena sentir todo eso? ¿Seguiría siendo algo tan único?
No finjas se feliz constantemente, y aprovecha los momentos en los que realmente lo eres. ¿Felicidad sin tristeza? ¿Risa sin llanto? ¿Luz sin oscuridad? ¿Día sin noche?
Si no conociéramos la oscuridad, no sabríamos valorar todo lo bueno que la luz trae con ella.

martes, 24 de abril de 2012

Sky's the limit.

Nada mejor para ponernos a prueba que algo que comience con la palabra ''imposible''. O ''complicado''. Nada mejor para ponernos a prueba que nosotros mismos. Por que somos capaces de sacar lo mejor, pero también lo peor. Por que somos nosotros quienes nos ponemos nuestros propios límites. Somos nuestros mejores aliados, pero nuestro peores enemigos.
Dime que algo es imposible y lo haré. Dime que algo es improbable y me reiré.
No vas a ser tú quien me diga hasta donde puedo llegar.

miércoles, 18 de abril de 2012

OMFG

El cielo es el límite. Romperé las leyes de la física, demostraré que no solo se puede hablar con palabras. Pisare allá donde nadie haya pisado nunca antes. Dejare una huella tan profunda en la orilla de una playa que ni las olas la podrán borrar. No parare hasta que los espejos me respondan con una sonrisa. Reiré tan alto como pueda. Rozaré las nubes. Te miraré a los ojos tras cada beso.
Y si, algún día caeré...
Pero "que me quiten lo bailao".

lunes, 16 de abril de 2012

Esto no es el final... (VII)

-¿Qué haces aquí?
Leo, que está detrás de Diana, la mira extrañado. ¿Por qué ese tono tan brusco? ¿No se alegra de verle? Y parece que Danielle se hace la misma pregunta.
+¿No te alegras de verme?
Silencio. Solo se escucha el llanto de un niño pequeño que llora, Dios sabrá porque, ahogado entre las voces de personas aburridas de sus vidas, funcionarios y abogados que pasan, como todos los días, por ahí con un café en una mano y un maletín demasiado serio en la otra. Nadie pasa cerca de ellos, es como si el aire a su alrededor fuera más denso.
-¿Por qué debería alegrarme?
Leo no es capaz de cerrar la boca. ¿Qué le pasa a Diana?
+Pues... No sé, estoy aquí. He venido por ti.
-Ya... ¿Y por qué no te lo pensaste antes de acostarte con esa zorra?
La voz de Diana tiembla, pero no por que vaya a echarse a llorar... Tiembla de rabia. Leo decide meterse de por medio.
-Diana, ha venido desde España para verte...
-No lo defiendas. Ha venido de España por que se lo has pedido tú.
La mirada de incredulidad de Leo aumenta por momentos.
-¿Cómo?
-Ésta mañana, como no salías de tu habitación, entré a ver si estabas bien, y cuando vi el portátil encendido y una conversación del messenger abierta con su nombre- señala a Danielle, cabizbajo - no pude evitar abrirla... Lo siento, entendería que te enfadases.
Leo no puede evitar echarse a reír. No sabe si de los nervios o de qué, pero sus dos compañeros lo miran como si estuviera loco.
-Entonces, también sabrás que me voy mañana ¿No?
-Sí, y...
-Bueno, ya hablaremos luego de eso. Pero Danielle ha venido hasta aquí por ti, creo que lo mínimo que se merece es que hables con él, ¿No?
Diana mira a Dani. Parece realmente arrepentido, pero sabe que no lo está. Aún así, sabe que tiene que hablar con él.
-Está bien. Pero los dos a solas.
(Varias horas después, en una bar cerca de el Arco del Triunfo.)
+Me parece bien, normal y justo.
Diana borra las fotos de Danielle de su móvil sin que éste se de cuenta.
-Me alegro de que no te hayas enfadado, y siento que hayas venido para nada...
+No lo sientas, no he venido para nada. Necesitaba hablar contigo. Saber que aunque no vayamos a estar juntos, me has perdonado.
Diana sonríe. Lo quiere, pero bastante menos de lo que pensaba. Y Danielle tampoco parece muy afectado. Y si lo está, se le pasará pronto.
-Pero aún así, podrías quedarte unos días aquí, conocer París... No hace falta que vuelvas mañana a España.
Danielle mira a Diana intentando averiguar cuales son realmente sus intenciones, pero parece sincera. Le ha perdonado todo. Y pensar que lo único que necesitaba era hablar.
+Otra vez será, pero prefiero volver mañana. Los exámenes están cerca y no se estudia medicina en dos días... Pero no vamos a hablar de esto. Quiero que me cuentes la verdad.
-¿La verdad? ¿Sobre qué?
+Todo lo que me has dicho antes... Estás enamorada de Leo, ¿Verdad?
Las mejillas de Diana se encienden casi automáticamente.
-Creo...creo que sí.
+No lo crees, lo sabes. Pero tienes miedo.
-¿Y tú cómo lo sabes?
+Se ve, se te nota. Tienes miedo de que te haga daño. De que te diga que te ama y después te de el palo...
-No sería la primera vez que me pasa, ¿no?
+Pero yo soy un cabrón. En cambio él... Te quiere. No, no te quiere. Te ama. Está enamorado de ti, incluso más que tu de él.
-No creo...
+Yo no es que crea o deje de creer... Yo lo sé. Y vamonos ya. Estará deseoso de saber lo que ha pasado, y le debemos más de una explicación.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Que la música suene bien alta, que este es el momento, este es nuestro momento. Basta con alzar las manos por encima de la cabeza y mirar hacia las estrellas para saber que nos vamos a comer el mundo. Todos juntos. Nosotros. Carpe Diem de aquí hasta siempre. Y cuando nos apetezca llorar, lloraremos. Y cuando nos apetezca reír, reiremos. Gritar, saltar, ¡Volar!.


Soy dueña de lo perfecto, una gran perfeccionista. Me gusta hablar a voces y crispar los nervios a los demás, ¡Qué más da! Si siempre terminamos riendo. Nunca le pondré precio a una sonrisa, ni necesitaré palabras para hablar. Alzaré mi voz para hacerme oír. Puede que por mucho que grite no tenga más razón, pero soy así. 
Y ha llegado el momento de hacer lo que a mi me de la gana, y no lo que los demás esperan de mi.
Tal vez sea una chica decepcionante... Pero lo que para otros son decepciones, para mi puede ser un éxito. 
Por que si te decepciono por preocuparme más por mis amigos que por mis amienemigos... ¡Es que no me conoces!


 

viernes, 2 de marzo de 2012

#lapsus

Las únicas cosas que merecen la pena son esas que no se pueden describir con palabras. Como volver a dormir en tu cama tras varios días fuera de casa, o abrazar a un amigos tras semanas sin verlo.
Tiempo, ese desconocido. Muchas veces enemigo y otras tantas aliado.

lunes, 13 de febrero de 2012

Lie. (VI)

-Buenos días Leo. No te preocupes, no hiciste nada malo. Lo siento yo.
+Te dije algo muy feo, y que no venía a cuento.
-Leo no le des más vueltas, de verdad. Desayuna algo y siéntate aquí conmigo a ver la tele.
La lágrimas acuden a los ojos de Diana. Leo se da cuenta de que algo le pasa, pero no se atreve a preguntarle. Mejor esperar a que aparezca Dani. Hoy al despertarse ha hablado con el y han cambiado los planes; Danielle viene hoy, y Leo se va mañana. Diana tendrá preguntas cuando vea a su exnovio, y Leo quiere contestarle todas las que pueda. La verdad es que no tiene mucha hambre, ni ganas de coger un vaso. Así que tras abrir tres o cuatro armarios se da la vuelta y vuelve al salón con las manos vacías.
-¿No comes nada?
+Que va, no tengo hambre.
Se sienta. Normalmente se sentarían pegado el uno al otro, y Diana se acurrucaría entre los brazos de Leo, como si fueran una pareja. Pero esta vez es diferente. No se tocan. No se miran. Y el silencio, lejos de ser voluntario, es incómodo. Diana no ha dormido en toda la noche, y tras unos minutos, no puede mantener los ojos abiertos por más tiempo. Leo la observa dormir, la tapa con una manta y le aparta el pelo de la cara. Diana al sentirlo, incluso dormida, sonríe. En tres horas ha quedado con Danielle en los campos Eliseos. Y aunque no se siente capaz de apartar sus ojos de ella, por miedo a que desaparezca, se levanta y comienza a hacer la maleta. Su olor recorre la casa; es perfume de frambuesa. Su barra de labios reposa tranquila cerca del espejo, donde hay dibujado un pequeño corazón. Lo hizo el día en que llegaron ''Para darle nuestro toque personal'', dijo mientras él se reía. Es el color rojo que llevaba ayer, que marcó las copas de la cena de San Valentín.
+Diana- susurra en su oído- Diana, despierta, que nos tenemos que ir.
Ella abre los ojos. No se molesta en preguntar a donde, ya lo sabe. Se levanta y camina despacio hacia su armario. No puede evitar fijarse en que la puerta de la habitación de Leo está cerrada. Debe haber hecho ya las maletas.
En menos de veinte minutos, ya están caminando por las callejuelas de París. Leo la observa por el rabillo del ojos. Lleva unos leotardos de rejilla con un vestido de flores, y una chaqueta marrón con gorro, bufanda, guantes e incluso bolso a juego. Está preciosa, pero triste. Lo nota en sus ojos.
-¿A dónde vamos?
+A los campos Eliseos.
-¿Por qué?
+Sorpresa.
Diana quiere escapar de esta situación como sea, pero los minutos se le van de entre las manos sin poder remediarlo. Por fin llegan. A unos cuantos metros, ambos reconocen a Danielle de espalda, que como si notara sus presencias se da la vuelta.
-Hola, Diana.
+Danielle.
La mirada de Diana no muestra alegría, sino miedo. Y no por lo que le vaya a decir Danielle. Tiene miedo, miedo de que su llegada a París signifique la partida de Leo a España.

domingo, 12 de febrero de 2012

I open my eyes... (V)

Son las 2.30 del mediodía y Leo aún no ha dado señales de vida. Y Diana no se atreve a entrar en su habitación. No ha sido capaz de dormir en toda la noche. Tras cinco minutos llorando sola, salió de su cuarto y se sentó en el sillón del salón, puso música en la mini-cadena y se quedó toda la noche esperando a Leo, pensando que él saldría. ¿Por qué no había salido? ¿Por qué se había enfadado tanto? No lo sabe, pero se le encoge el corazón solo de pensar en ellos. Suena la canción favorita de él. Sube el volumen, con la única intención de que sepa que ella está despierta, de que lo está esperando. Las voces de Bruno Mars y Eminen cantando Lighters se eleva por todo el apartamento, y terminan por apagarse antes del minuto cinco. No lo soporta más. Se levanta y pega la oreja a la puerta de la habitación de Leo. No escucha nada, así que entra sin hacer ruido. Está oscuro. Leo duerme abrazado a una almohada. Se acerca y observa que tiene las mejillas húmedas. Se siente culpable, y no sabe el por qué.  Encima de la cama está abierto el portátil. Diana mueve el ratón y la pantalla se ilumina. Brilla una lucecita naranja que indica que alguien está hablando por el messenger. Le da un vuelco al corazón cuando ve el nombre de la persona. Es Danielle. Mira a Leo, que duerme tranquilo, y sin poder evitarlo, abre la conversación. Y no se cree lo que lee.
''-Danielle.
-Hola Leo...¿Cómo está Diana?
-¿Cómo te atreves a preguntarme por ella?
-Por que la echo de menos.
-Ya, claro.
-Leo, la quiero. La amo. Fue un error, todo fue un error, y no te imaginas lo que lo lamento día tras día...
-Pues muy a mi pesar, vas a tener la oportunidad de arreglarlo.
-¿Cómo?
-Mañana vuelvo a España, ya he reservado el vuelo. Y he reservado otro de España a Francia. Diana se queda.
-¿Quieres decir...?
-Sí, que te vienes aquí con ella.
-¿Pero por qué?
-¿Quieres o no?
-Sí.
-Pues no preguntes nada más.''
Los ojos de Diana se inundan. Comprueba que Leo está dormido y sale corriendo de nuevo hacia el salón. Suenan The Beatles, Yesterday. Se sienta e intenta asimilar lo que acaba de leer. Tiene miedo. Creía que leer esas palabras la alegrarían, le darían vida, y más bien ha sido todo lo contrario. Danielle viene, sí, pero eso le da igual. Leo se va. Se aleja de ella. ¿Por qué? No, no le gusta el cambio. ¿Qué debe hacer cuando vea a Danielle? Está confundida, lo único que sabe es que, cuando Dani llegue, quiere tener a Leo a su lado.
Escucha un ruido detrás suya.
-Buenos días Diana. Siento lo de anoche.

Por lo que pueda llegar a ser en tu vida (IV)

Leo la observa desde la puerta. Está dormida, su respiración es tranquila, y eso le relaja. Apoyado en el marco de la puerta disfruta del sabor de ese chocolate caliente. Incluso desde esa distancia puede diferenciar las manchas de rímel en la almohada causadas por las lágrimas. Ha estado más de hora y media seguida llorando entre sus brazos, hasta que al final no pudo más y simplemente se quedó dormida. Es guapa, es preciosa, y sonríe en sueños. En momentos como esos, siente envidia y rencor hacia Danielle.
-¿Cómo pudo dejarla escapar así ese estúpido? Es más, no dejarla escapar... Echarla de su vida, sin miramientos. Y todo por una con una talla más de sujetador que no le llega ni a la altura de los zapatos a Diana...
La rabia le puede, le consume. No se explica como alguien puede hacerle daño a una chica como ella. Sin darse cuenta, aprieta el vaso que está en su mano hasta estallarlo. El ruido despierta a Diana, que se sobresalta.
+¿Qué pasa?
-Nada, que se me ha caído un vaso, vuelve a dormirte.
+Leo...¿Eso es sangre?
Diana tiene razón. Un corte algo profundo recorre la mano de Leo de lado a lado. Sin que él lo pueda evitar, la chica se levanta corriendo hacia el baño, y en menos de minuto y medio vuelve con vendas y todo tipo de mejunjes.
-No hace falta, Diana.
Ella lo mira, le sonríe y con un brillo suspicaz en los ojos mal maquillados le contesta.
+Sí que la hace.
Cinco minutos después, él tiene la mano vendada, y ella recoge los restos de cristal del suelo.
+¿Se puede saber que hacia para cortarte la mano de esa manera?
Leo no contesta. ¿Qué podría decirle? ¿Qué pensaba en como Danielle la había tratado? No, eso le sentaría demasiado mal.
+Podría haber sido mucho peor.
-Pero no lo ha sido.
+No me hace gracia, Leo. No se que ha sido ni que te ha pasado, pero no lo vuelvas a hacer.
-Hay cosas que son inevitables.
Diana lo mira con un gesto de enfado en la cara.
+¿Qué eres, masoca o algo?
-Habló.
+¿Qué quieres decir?
-Te haces tú más daño pensando en Danielle que yo rompiendo un puto vaso.
+Leo, déjame en paz.
-Lo haré, a ver cuanto tiempo sobrevives tú sola.
Ambos salieron a paso ligero del pasillo y cerraron de un portazo las puertas de sus respectivos cuartos. Y ambos comenzaron a llorar tras echar el pestillo, sin comprender lo que acababan de hacer.

sábado, 11 de febrero de 2012

Ven, acércate. Ven y abrazame. (III)

La luna se refleja en el agua del Sena, que esta noche parece más clara que nunca. Parados, observan el río desde un puente con numerosos candados. La luz de las farolas no alumbra tanto como de costumbre, todo está sumido en una penumbra un tanto especial.
-¿Piensas que algún día lo olvidaré?
+No. No somos máquinas, no olvidamos por que si.
-¿Eso significa que siempre me dolerá?
+Tampoco. Hace poco una amiga me dijo algo que no me dejó indiferente: no lo vas a olvidar, pero llegará un momento en el que te darás cuenta de que ya no juega un papel tan importante en tu vida. Siempre te quedaran los recuerdos, pero en el presente y en tu futuro, podrás vivir sin él. Más que olvidar lo que sientes por él, lo transformarás.
Un escalofrío recorrió a Diana de pies a cabeza. Leo se dio cuenta y se quitó su chaquetón para ponérselo a ella sobre los hombros.
-Leo no hace falta...
+Te gusta esa frase. Sí que hace falta. No finjas ser tan fuerte, que algún día te vas a romper.
-¿Qué me quieres decir con eso?
+No te he visto llorar ni una sola vez por Danielle, no te he oído decir nada como ''lo echo de menos'' o algo como ''necesito un abrazo''. ¿No tienes ganas de todo eso?
-Pues...
Diana enmudeció. No tenía respuesta.
+A veces, para superar algo debes dejar de fingir, y decir lo que en verdad sientes.
-No puedo, me da vergüenza. Me avergüenzo de mí misma.
+¿Por qué? ¿Por necesitar un amigo o soltar unas cuantas lágrimas? Diana, sentir dolor, por lo que sea, no es motivo de avergonzarse.
Una lágrima se resbaló por su mejilla, Leo la cogió con un dedo.
+Ésto, no es más que una señal de valentía.
Diana esbozó una débil sonrisa, y con los ojos le suplicó que la abrazara. Y que no la soltara. Y él no se hizo más de rogar.

Queda camino por andar, borra tus huellas, toma las riendas. (II)

Bajo las luces de la noche Parisina, comparten un plato de pasta. Raviolis carbonara. Suena la melodía de un acordeón, y de los balcones cuelgan guirnaldas de geranios y margaritas. Una vela encendida a un lado de la mesa da un último toque de romanticismo en el que no reparan. Por lo menos Diana. 
-¿No te recuerda a la escena de la Dama y el Vagabundo?
Ella ríe ante la ocurrencia de Leo.
+Cierto, con la diferencia de que aquí no hay beso.
-Sí, se que soy el sueño de tu vida, pero Diana, son cosas que pasan...
Diana ríe con la boca llena. Leo no es capaz de pensar en otra cosa. Sus ojos, sus labios, su pelo... Tiene ganas de besarla, de abrazarla, de amarla... Tiene ganas de ella. Es como una droga. Cuanto más tiempo pasa con Diana, más la necesita día tras día. Pero no, no puede. Por ella. Está ahí para ayudarla. Está ahí por ella, porque tiene el corazón roto, porque no soportaba saber que en España lloraba noche tras noche por esa ruptura, por esa relación, por él...
+Eres tan estúpido.
-Dime algo que no sepa.
+Aún no me has contestado.
-¿Constestarte? ¿A qué?
+Por qué estás aquí conmigo, porque me has acompañado a París.
-Simple: para que no te perdieras. Con tu sentido de la orientación, quien sabe. Sin mi, podrías haber terminado en La India. 
+Eres un idiota.
Son palabras rodeadas de los dientes más blancos, de la sonrisa más pura. Leo le guiña un ojo y con gesto llama al camarero.
-Si no le importa, ¿Podría traernos el postre? Yo quisiera unos profiteroles. ¿Y tú, Diana?
+Estoy llena, mejor te quito a ti.
-Típico en las mujeres... Pues solo eso.
El camarero asiente simplemente, y en menos de cinco minutos ya está de nuevo en la mesa con lo mandado. 
+¿Cómo que típico?
-Ajá, no queréis postre pero siempre le quitáis a los demás.
+Como te odio.
Antes de que Leo pudiera reaccionar, Diana ya le había llenado la nariz de chocolate.

Con solo una caricia, me pierdo en este mar (I)

El sol brilla en lo alto enmarcado en celeste, las nubes parecen pintadas con acuarelas. El frío no cesa, y al pie de la inmensa torre caminan decenas de parejas agarradas de la mano. Hoy está más decorada que nunca, preparada para alumbrar París toda la noche. Es 14. De febrero. Diana se calienta las manos con un café del Starbucks. Lleva el abrigo blanco que tanto le gusta a Leo, y una boina color marrón. Sus ojos son más verdes que nunca. Escucha música desde el iPod solo con un casco. Pablo Alboran. Le encantan sus letras. Deberían entristecerla, después de todo lo que ha pasado... Pero más que eso, la anima. Para por debajo de la torre y se sienta en un banco. Está debajo de un cerezo, ya florecido. Ha quedado con Leo en 10 minutos ahí. Saca el móvil del bolso y busca sus fotos; no lo puede evitar. Sus ojos le persiguen en sueños, y escucha su voz en todos lados. Es como una pesadilla constante...Esas continuas ganas de llorar, ese dolor que le encoge el corazón.
-¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?
Por eso le encanta Leo. Él y sus entradas tan originales.
+Esperar a un idiota.
-¿Un idiota que te ha traído... esto?
Leo le enseña un ramo de rosas rojas que tenía escondidas tras la espalda, y sonríe al ver un brillo especial en los ojos de ella.
+Leo... No hacía falta, de verdad...
-Sí que la hacía. 
Diana sin pensar le da un abrazo. Él solía hacerle regalos como ese cuando estaban juntos... Parecía haber pasado una eternidad, y no superaba los 3 meses. 
+Yo no te he traído nada...
-Yo no lo necesito, tú sí. 
+Me recuerda a él, todo me recuerda a él.
Diana lo ignora, pero esas palabras le duelen a Leo, que no obstante, sonríe.
-Normal, estabas muy enamorada...
+No dejo de pensar en él.
-Pues deberías hacerlo. No te has mudado en vano.
+Pero...
-No, no hay peros. ¿Qué consigues? ¿Qué estás consiguiendo? Hacerte daño. Solo eso. Y todo por un tío. Hace semanas que no sonríes de verdad, como tú solías hacerlo. Hace tiempo que no te oigo reír a carcajadas. ¿Qué te ha pasado? ¿Él te ha cambiado? No consigo aceptar  eso. Es más, creo que no lo aceptas ni tu misma. Te duele más el haber sido tan ingenua que todo lo pasado. Que no es más que eso; pasado. Déjalo atrás, antes de que se convierta en una obsesión.
+¿Te puedo hacer una pregunta?
-Sí.
+¿Por qué me has acompañado hasta París?

lunes, 6 de febrero de 2012

Sus ojos son caramelo, su piel color canela...

Si estás enamorada/o o tienes novio o novia, aún estás a tiempo de dejar de leer. Es más te recomendaría que lo hicieras, que pasaras de esta entrada.
''Encontraron el secreto para amarse eternamente: no volvieron a verse nunca más''. Todos hemos dicho alguna vez eso de el roce hace el cariño, pero no todos nos damos cuenta del error. El roce no hace el cariño, el roce hace rozaduras. Ya no hay ni polos opuestos ni mundos a tu lado. Es febrero. El mes del amor. El mes de San Valentín. Que triste me parece. ¿Juntos para siempre? De pequeños nos enseñan eso de ''nunca digas nunca'', pero se les olvida el ''nunca digas siempre''. Todo llega y todo pasa. La de veces que me habré repetido a mí misma esa frase, que me la he terminado creyendo. Puede parecer que estas palabras están tintadas de rencor, pueden parecer teñidas de reproche, pero más que todo eso, más allá de las primeras impresiones, es una manera de animarme a mi misma. Al fin y al cabo, las heridas del alma son las que más tardan en sanar, y nadie sabe mejor que yo lo que necesito en cada momento.
Heridas del alma... No hay mayor herida que descubrir que todo en lo que he creído durante tanto tiempo o es más que una leyenda, un cuento, una historia... Tantas historias escritas, contadas, vividas y ocultadas, todas mentira. Creo que eso es lo que más me ha afectado; el dejar de creer en algo.
Como dijo Ana Torroja en una de sus canciones, amar es el comienzo de la palabra amargura.
Nos empeñamos en aferrarnos con uñas y dientes a una ilusión, hasta tal punto que la caída resulta tan dolorosa que piensas que siempre te quedarán señales. No, no te equivoques. Algo que no existe no puede hacer tanto daño.
Pero somos personas, necesitamos creer en algo. Aunque no exista.

¿Qué no podías vivir sin mi? Eso quedó en el aire.

Tengo muchas cosas en las que creer, pero las promesas no están entre ellas. Hace un tiempo lo habrían estado, sí. Pero las cosas han cambiado. Para mi, el amor no existe. Y en el caso de que exista, no es nada. Nada importante, por lo menos. Es una reacción, una hormona, como otra cualquiera. Nada de promesas falsas ni palabras vacías o besos por obligación. Todos hemos dicho ''para siempre'' alguna vez, y meses más tarde hemos roto la promesa. ''El amor'' es injusto. Siempre hay uno que da más que otro. No hablo solo por mi, hablo por todos. Asumidlo, solteros y ''enamorados'', siempre hay uno que cede antes, que da más, que ama más. Nunca se ama en la misma medida. Siempre hay algo que desequilibra la balanza. Pero un día todo esto se acaba, desaparece. Sin más, se esfuma, como si nunca hubiera pasado.Como si todo hubiera sido un sueño, o una pesadilla. Y se vuelve a la realidad. Y cuanto antes se asume, más tiempo tienes para sonreír de nuevo.
No se si tus palabras han sido alguna vez sinceras, pero me rindo. Las tiro a la basura.
No hay ganador, solo perdedores. Dos, para ser concretos.

sábado, 4 de febrero de 2012

Y todo esto, pensando en ti.

Lejos de aquí. Donde nadie me conozca ni me juzgue. Donde nadie sepa nada de mi. Un lugar, alguna ciudad, por la que pueda pasear calentándome las manos con un vaso de cartón de esos del Starbucks cada invierno sin tener que pararme a saludar a alguien. Quiero empezar de cero. Olvidarme de todo, pensar que ha sido un sueño. O una pesadilla. No llevarme nada que pueda recordarme todas las noches que he pasado llorando por unas cosas o por otras. Quiero observar la torre eiffel mientras suena en mi iPod alguna canción de Simple Plan o Maldita Nerea y sueño con un libro en la mano que tal vez ''el amor'' se esconda detrás de alguna de estas esquinas.

Y unos ojos que parecen pura debilidad...

Las palabras brotan, los sentimientos se esconden. Saben que no son bien recibidos. Esa imagen se repite. Sus ojos, su sonrisa. No. No y no. Yo soy como Penny en el club de los corazones solitarios. Otra vez, no. Estaba tan lejos... Pero aún así, sonrió cuando lo miré. Sí, lo sé. Sonrió. Pero...no lo sé, no lo sé...
Pero por una cosa, sí que pongo la mano en el fuego. Tiene una sonrisa perfecta.

Páginas olvidadas, estropeadas por el tiempo (I)

''Otra lágrima se desbordó y cayó por su mejilla, sonrosada ya de tanto llanto. Pero la atrapó antes de que muriera en sus labios, entreabiertos por los sollozos. En ese momento, se acordó de algo que él siempre le decía.
-Me encantan tus ojos.
-Pero si son unos simples ojos marrones.
-No, no, no, son color coca-cola con hielo- y sonreía, como solo él sabía hacerlo-, además, no es el color. Es la mirada, todo lo que transmite...
Y se acercaba a ella y la besaba hasta quedarse sin aliento. Y sonreía contra el filo de sus labios, y le hablaba horas y horas, contándole lo mucho que la quería...
Vuelve al presente. Ese recuerdo le duele, siente como si algo dentro le hubiera fallado...
Ante esta nueva punzada de dolor se encoge aún más, encima de su cama, abrazando el peluche que todavía huele a él...''

Titanic.

El amor no existe. Existe la química, las reacciones y las hormonas. Pero no el amor tal y como nosotros lo imaginamos. Es triste, pero cierto. Aunque yo creo que lo mejor es asumirlo desde un principio. Ni existe ni dura para siempre. Son cosas que pasan, reflexiones y pensamientos.
No existe, pero nos gusta jugar a que si. Todas hemos llorado alguna vez cuando muere Jack ahogado por salvar a Rose, o cuando nos enteramos de que Romeo se suicidó al creer que Julieta había muerto. Todas soñamos con ese chico, o más que con ese chico, con ese momento en el que siente que eres su mundo. Con el momento en el que lo miras a los ojos y te sientes bien. Pero esa sensación pasa. Por que no hay mayor mentira que decir ''para siempre...''

martes, 31 de enero de 2012

Come reza y ama.

''Al final he logrado creer en algo que yo llamo la física de la búsqueda. Una fuerza de la naturaleza que se rige por leyes tan reales como la ley de la gravedad. La regla de la física de la búsqueda viene a decir algo así: si tienes en valor de dejar atrás todo lo que te protege y te consuela, lo cual puede ser desde tu casa hasta viejos rencores, y embarcarte en un viaje en busca de la verdad, ya sea interior o exterior, y si estás dispuesto a que todo lo que te pase en ese viaje te ilumine y a que todo al que encuentres en el camino te enseñe algo; y si estás preparado, sobre todo, a afrontar y a perdonar algunas de las realidades más duras sobre ti mismo, entonces la verdad no te será negada''
Todo llega y todo pasa, antes o después, en su justo momento. Tú decides que gesto hacer, como reaccionar. Puedes afrontar la realidad o optar por salir de puntillas por la puerta de atrás, donde nadie te vea y puedas llorar en soledad. Tal vez parezca lo contrario, pero en determinadas ocasiones, la decisión correcta es la segunda. Irse sin hacer ruido, sin que nadie lo note. A veces solo un rato y otras veces para siempre. Huir cuando nadie mira. Parece de cobardes y sin embargo es de valientes, pues no todos son capaces de dejar atrás algo que les haga daño. Como un recuerdo al que se aferran, como una amistad, como un objeto, como un ´´amor´´... Y tal vez sea lo mejor: empezar de cero. Que aún no haya nada escrito sobre tu historia, o borrar lo que ya hay, y por una vez ser tú quien decide las palabras, los saltos de línea y los punto y final. Por que al final de algo viejo siempre estará el comienzo de algo nuevo.
¿Y qué si a nadie le gusta? Vayámonos donde nadie mira. No, mejor, ven tú a por mi. Que si notas que te miro diferente tal vez sea porque de verdad te miro diferente. Vayámonos donde nadie nos oiga, nos escuche o nos recuerde. Más allá de donde nunca hemos llegado solos. Puede que sea eso lo que necesite, que vengas tú a por mi...

sábado, 28 de enero de 2012

Ho voglia di te.

Un viento suave se escabulle entre pequeñas casas ordenadas, entre mármoles blancos y grises, entre flores recién marchitas y otras recién plantadas. La foto y las fechas recuerdan a alguien. Amores pasados, vidas rotas o naturalmente, amputadas. Sea como sea, pasadas, arrebatadas. Como la de mi amigo. A veces, todo esto sucede sin un porqué y el dolor es aún mayor. Camino entre las tumbas. Llevo un ramo de flores en la mano, los girasoles más bonitos que he podido encontrar.
Miro esa foto, esa sonrisa que tantas veces me ha hecho compañía. Esa imagen pequeña, así como grande y generoso era su corazón.
(…)Ya sé que habrías preguntado. No, no la he visto ni tengo intención de hacerlo. A veces pienso como sería si las cosas hubieran sido de otra manera. Si se hubiera marchado ella en tu lugar. Tú y yo, como amigos, nunca nos hubiéramos dejado, mientras que a ella, quizá nunca podría haberla olvidado (…)
Bueno, Pollo, yo también me marcho ya.
(…)Coloco mejor ese gran girasol, le concedo algo más de espacio y la ocasión de hacerle compañía a mi amigo del alma. Me viene a la cabeza una frase de Winchell: “El amigo es aquel que entra cuando todo el mundo ha salido”. Y tú, Pollo, aún estás dentro de mí.


No vine aquí para hacer amigos, pero sabes que siempre puedes contar conmigo.

''¿Sabéis cuándo notas que tu mundo te puede, que todo a tu alrededor va a otra velocidad, que no te sientes cómodo con nadie y sólo deseas no pensar? Pues así estaba de perdido, algo solo comprensible si has sentido ese estado en que todo vale y nada importa mucho''
(Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven)

martes, 24 de enero de 2012

Más que palabras: una vida inexistente.

Todos los personajes de los libros están vivos, son reales. De una manera u otra nosotros les damos vida, nos los imaginamos como nos gustaría que existieran en la realidad. Las palabras son lo más valioso que tenemos. En cada libro hay escondida una lección, una historia real que merece ser escuchada, un deseo, un sueño... Son tantas cosas, expresan tantas cosas. Un libro es algo imprescindible. Es parte de la persona que lo ha escrito, es tan valioso como cualquier otro momento de nuestras vidas. Leer no es más que abrirse puertas hacia nuevos mundos: algunos mágicos y otros no tanto. Es derramar lágrimas con cada final, al tener que volver a la vida real. Es sentir cosas nuevas con cada palabra que se expresa en ellos. Un libro es una contradcción: te hace libre y a la vez esclavo, puedes reír y llorar en tan solo tres líneas o sentir odio y amor en seis palabras. Te libera de ti mismo para apresarte en otra persona, en quien tu elijas ser. Pereo debes elegir bien, ya que antes o después los rasgos de ''tus personajes'' pasarán a formar parte de ti.

Copiado de b-welcometomylife.blogspot.com/

“Al final he logrado creer en algo que yo llamo la física de la búsqueda. Una fuerza de la naturaleza que se rige por leyes tan reales como la ley de la gravedad. La regla de la física de la búsqueda viene a decir algo así: si tienes el valor de dejar atrás todo lo que te protege y te consuela, lo cual puede ser desde tu casa hasta viejos rencores, y embarcarte en un viaje en busca de la verdad, ya sea interior o exterior, y si estás dispuesto a que todo lo que te pase en ese viaje te ilumine y a que todo al que encuentres en el camino te enseñe algo; y si estás preparado, sobretodo, a afrontar y a perdonar algunas de las realidades muy duras de ti mismo, entonces la verdad no te será negada”
(Come, reza y ama)

domingo, 22 de enero de 2012

Lo que fácil viene, fácil se va.

Tenemos una vida tan fácil, que no valoramos casi nada. Estamos acostumbrados a que desde pequeños nos den las cosas hechos, masticadas, de manera que no teníamos que esforzarnos por nada, bastaba con patalear un rato o con poner una sonrisa un tanto inocente cuando conseguíamos lo que queríamos. Y pensaréis: eso tú, que eres una niña de papá. Si, yo la primera, pero a vosotros también os han dado siempre todo hecho. O si no, pensad por un momento, ¿Alguna vez os han negado algo que de verdad queríais? No me refiero a un capricho momentáneo, sino a algo que hayáis perseguido mucho tiempo. No me valen cosas imposibles. Desde pequeños nos acostumbramos a no esforzarnos, de manera que cuando llegamos a esta edad, lo intentamos y no lo conseguimos, lo único que hacemos es llorar. Llorar y lamentarnos. Y preguntarnos, ¿Por qué no será todo más fácil? Simple: porque si fuera fácil no merecería la pena. Si de verdad quieres algo levántate y lucha. Si no lo haces... bueno, allá tú.