jueves, 30 de junio de 2011

Incredible words.

Easy come, easy go.
Creo que todo ocurre por una razón: las personas cambian para que aprendas a dejarlas marchar, las cosas salen mal para que puedas apreciarlas cuando salen bien, te crees mentiras para que tarde o temprano aprendas que no puedes confiar en todo el mundo, y algunas veces las cosas buenas terminan… para que algo mejor pueda comenzar.
Y tú, y tú, y tú. Y solamente tú.
Trofeo codiciado para su colección. Colección de besos.
Eres un simple cazador.
Dejaste escapar el beso de carmín.
Dichosa sirena, ahora soy YO el que escucha esa canción.
Como un barco encallado en un puerto, atado con cabos, que yo desaté. Y en ese momento, al horizonte, lo echaste de menos. Porque las burbujas suben y suben y desaparecen. YO no, yo sigo dando guerra.
Y ese espejo roto tras el que te escondes. Reacciona… lo rompiste tú. Ese espejo roto en el que, con mucho orgullo, un día, te pudiste reflejar. Y ahora me toca a mí.
Life isn’t a nintendo game. Expresar sentimientos es difícil. Si no conocemos las heridas del héroe no podemos saber lo valiente que es. Si no hiciera falta protegerse de algo no existirían las murallas. No creamos muros alrededor de algo si nunca han sido necesarios. No luchamos si no hay batalla que ganar. No lloramos sin motivo. Y aún con todo, sonreímos para las fotos aunque llevemos un largo tiempo intentando levantarnos con el pie derecho.
Pero una noche cualquiera mandaré a la mierda mi autocontrol. Mientras, todo se acelera…
Y sacaré esa sonrisa que me caracteriza, mi sonrisa. Todas esas cosas que hacen que la vida gane un sentido, al menos para mí.
Ya nada volverá a ser como antes, nunca dejaré que nada me cambie.
Y estoy aquí, aquí donde solíamos gritar.
Ahh! Y qué pena que el tiempo que he empleado en hacer este blog, es un tiempo malgastado. Lo peor es que dudo mucho que tú aprendas de tus errores, que después de lo que hemos sufrido es necesario.


Por que yo, también me canso#

miércoles, 29 de junio de 2011

Memorias de una sonrisa.

Sola, atada con cadenas de hierro al rojo vivo, aprisionandome de manos y pies. Queman, y cada vez se hunden más en mi piel. La oscuridad es cada vez más absoluta, hasta el momento en el que dejo de percibir lo que ocurre a mi al rededor. Mis sentidos están embotados, incluso dejo de sentir esas ataduras que tanto daño hacen. ¿Dónde estoy? ¿Qué hago aquí? No lo sé. No huelo a nada, ni siento ni veo. El dolor ha desaparecido, algo parece estar ocurriendo...
Siento calor. Algo en mi pecho arde. Es una luz, muy tenue aún. Me abrazo a ella, me hace sentir bien. Pero, ¿Qué es esto? Mis sentidos vuelven a percibir los cambios a su al rededor: ahora huele bien, a colonia. Y las cadenas de hierro han desaparecido. En su lugar solo quedan hilos de seda, que acarician mis muñecas temblorosas pareciendo decir: no llores más. Y siento... siento algo, algo nuevo. Está dentro de mi, no lo puedo describir.
Unos brazos me rodean, y una voz intenta susurrarme algo al oído, pero no la escucho: el silencia es tan bonito cuando las palabras sobran...

martes, 28 de junio de 2011

Oh....

Tengo el pelo aun mojado. Una gota de agua llega hasta mis labios. Es salada, demasiado salada. Se me hace incluso amarga.
El sol amenaza mi piel, aún blanca del invierno, y mis pies descalzos sienten cada grano de arena ya tostados por el calor.
Las olas me empujan con fuerza, y el viento hace flotar mis cabellos, los cuales veo como mecidos por una cuna inesixtente. 
Cierro los ojos, no quiero pensar. Solo quiero sentir el aire, recorriendo cada rincón de mi cuerpo. Todos los lugares que él besó, antes de irse para siempre.
Una lágrima recorre mis mejillas. Me parece sentir el tacto de su piel de nuevo.
Ya hace casi un año que se marchó, ya hace casi un año que su vida se fue de entre mis manos como la llama de una vela expuesta al lado de una ventana abierta en un día de vendaval...
Por un momento, me parece sentir sus grandes ojos verdes mirandome. Pero es solo una ilusión. Solo eso, una ilusión...
Abro los ojos, y miro al cielo. Se ha tornado de un color rojizo, del mismo color que eran sus mejillas.
Mis ojos se empañan, una ventana de lágrimas no me deja ver más que figuras borrosas a mi alrededor.
Él no querría verme así, no. Una sonrisa triste se esboza sola. Yo no hago nada por detenerla.
Anochece en seguida, de pronto todo está oscuro.
El único sonido que se escucha es el de las olas romper contra la orilla, y a lo lejos el rumor de una ciudad rebosante de vida.
Mira el cielo,  antes cubierto de un puñado de nubes, y ahora tan despejado que hasta se podrían contar las estrellas. Y entonces, rompo a llorar. Sé que, desde algún lugar de allí arriba, el me está mirando, me está observando. Sé que desde algún lugar de allí arriba el me acaricia, me mece entre sus brazos, y me susurra cosas al oído, como hacia antes...
Sé que desde algún lugar de allí arribe el me dice: ''Sigue adelante, yo estoy contigo''.
-Pero es que no soy capaz, no puedo, sin ti no- y rompo a sollozar de nuevo.
Entonces, me abrazo a mi misma, buscando algo de calor en mi frío interior de aquella noche de Agosto.
Tiemblo, lloro, no tengo fuerzas para gritar, no tengo fuerzas para nada más...
Sin pensarlo, cojo la rosa roja que llevo en el pelo, como la que él solía ponerme siempre, y la dejo libre, la dejo sobre el agua salada.
Cuando está unos metros más allá, pienso una cosa.
Como le dijo Giovanni Papini a su reloj, en ese momento me di cuenta de que mi rosa y yo somos la misma cosa: no solas pero si únicas en nuestra especíe, arrancadas de lo que nos daba la vida y arrojadas sin la más mínima compañía  a un mar de turbulencias del que, sabíamos, no íbamos a salir con vida...

lunes, 20 de junio de 2011

No quiero, no quiero, no quiero...

¿Por qué lo haces ahora? ¿Por qué me confundes? ¿Por qué me ilusionas?
Te odio a momentos: te odio en todos esos momentos que siento que los demás te importan más que yo.
Estoy ENAMORADA de ti, a ver cuando coño te entra en la cabeza.
Es que tu no lo entiendes, no entiendes que con una sola frase me echas por tierra el trabajo de meses...
Vuelta a empezar de cero, y todo por un capricho.

viernes, 17 de junio de 2011

Como en estos días de verano quiero que vuelvas a mi#

Tu recuerdo esta volviendo. ¿Por qué? Yo ya lo habia superado, ya te había superado...
Un segundo en mente ha bastado para derribar horas de grandes esfuerzos: tu nombre resuena en mi cabeza, y una idea de lo que pudo haber sido y no fue.
Mirar tus ojos fijamente, sentir tus labios plenamente, perderme en tus manos cada día, y sentir tu piel sobre la mía.
Tú, tu imagen, te voz me acaricia los sentidos, e intenta relajar mis latidos. Los latidos de un joven e inexperto corazón, que no se acalla con la voz de la razón.
Cada noche sueño, sueño que te tengo, que susurras palabras de amor en mi oído... Pero se queda en eso, en sueños.
Aunque, quien sabe, lo que puede pasar el día de mañana...
¿Y si mañana te enamoras de m...?
No, seamos realistas.
Total, de ilusiones también se vive.
Tal vez algún día seamos capaz de encender esa chispa juntos, y a partir de ahí, los sentimientos ardan por sí solos.
Entonces, solo me quedará preocuparme por la velocidad de la combustión y la cantidad de sustancia.

martes, 7 de junio de 2011

Cada consecuencia tiene su causa#

Todos me decís que he cambiado, que ya no soy la misma, que soy más antipática, menos amigable...
Que paso más de la gente, que no me importa nada, que voy de dura por la vida, que así voy a perderlo todo...
Pues para vosotros, tengo una pregunta: ¿Tanto se supone que me quereis y me conoceis, y no os dais cuenta de que si he cambiado ha sido por algo? No por gusto, si no porque es la única manera de sobrevivir en una sociedad como esta.
A lo mejor, y solo a lo mejor, os confundís un poco... A lo mejor no he cambiado, y sigo siendo la misma, lo único que pasa esque me habéis obligado a cerrarme en mi misma, a no confiar en nadie...
A lo mejor sigo siendo la misma, pero solo con la gente que, a mi juicio, me tratan como una amiga. A lo mejor con algunos he cambiado porque me he dado cuenta de que, lo único que queríais era reiros de mi.
Me he cerrado, y eso si he de reconocerlo, porque, como muy bien dijo un rubio una vez, prefiero ser la dueña de mis secretos a la esclava de mis palabras.
Puede que no os deis cuenta, pero yo estoy empezando a pagar a cada uno con su propia moneda, porque estoy harta de ir detrás de la gente, de preocuparme, para luego encima ser la mala...
No sé en que punto ha cambiado esto, peor si se cual ue la gota que colmó el vaso.
Tú, has sido tú. ¿Tantos meses ayudandote, defendiendote, para que ahora ni me hables, ni me mires?
Lo siento pero no, mis ojos ya no puede llorar más.
Prefiero construir un muro a mi alrededor que aleje mas decepciones, más golpes, aunque las sonrisas se queden también fuera.
Dejaré que los sentimientos suban, para no volver jamás. Que se vayan que floten, lejos de mi. Convertiré mi maquillaje en una máscara perfecta e intacta, que ni mi persona favorita pueda traspasar. Todo esto acabó.

domingo, 5 de junio de 2011