domingo, 28 de agosto de 2011

Cambiemosle el orden a la historia. 1.

''Hoy es el día. Llevo esperando este momento, esta noche, un montón de tiempo. Hoy es el baile. Hoy es el día del baile. Hoy todo mi reino espera verme llegar, espera que inicie un vals que, por cierto, llevo bailando toda la mañana, y lo más difícil, espera que esté preciosa, solo para ellos. Aún faltan unas horas, pero ya he comenzado a arreglarme. Mis ojos ya están enmarcados en negro, con unas pestañas infinitas y unos parpados cargados de verde. Mis labios ya brillan en un color totalmente neutro, y mi cara empolvada de blanco oculta una tez medianamente morena. Y unos dientes blancos que hoy no masticarán nada, pues he de mantener la compostura. Mi pelo moreno ya cae en cascada por mi espalda, con ondulaciones y varias horquillas negras. Lo que menos me gusta es el flequillo, me molesta delante de la cara. Pero en fin, es un detalle bastante pequeño. Debajo del vestido debo llevar un corsé que casi no me deja respirar. Aunque, hay que reconocer que es precioso. Es de encaje entero, blanco roto, y no se abrocha con una cuerda, si no con una especie de broches, por lo que no me lo puedo aflojar. Siempre lo he criticado, pero ahora que me lo veo puesto, digo que es verdad que funciona. Me hace más delgada, más esbelta, más... mayor. Pero es un sueño, una ilusión, una falsa ilusión. Alguien llama a la puerta.
-Inés, te queda media hora, ¿Te falta mucho?
-No, me pongo el vestido y ya estoy.
Me hace gracia cuando meten tantas prisas. Como soy la única que tiene que preocuparse por impresionar a los demás, nadie tarda tanto como yo. Un suspiro y a por el vestido, que está encima de la cama, brillando, esperando que alguien decida ponérselo. Tiene el escote en forma de barca y es de un color indefinido. ¿Verdoso, o quizás un poco más dorado? Y que más da. La gente lo criticará sea como sea. Es fácil de poner, en seguida siento la seda sobre mi piel, apretando mi cintura. Es cómodo, no como estos zapatos. Unos tacones del color del corsé. Y, como último detalle, una diadema de plata. Me miro por última vez al espejo antes de salir de allí. Pero no me reconozco en él. No, la que está en el espejo no soy yo. Pero ya es demasiado tarde. Estoy bajando las escaleras y abajo espera todo el mundo. No puedo decepcionarlos.''

.

Yo me dejo tentar,
es algo por instinto que no logro explicar.
Un imán que nos atrae, una fuerza incontrolable...
Dejémonos llevar.



sábado, 27 de agosto de 2011

Como si fueran burbujas de champagne Francés#

No hace falta que elijas por mi. Ya no necesito más empty promises, ni más palabras huecas. Ya no quiero creerme todo lo que me dices. Soy feliz en la realidad.
Soy feliz con palabras reales y con gestos de verdad. Soy feliz soñando y pensando en algo nuevo. en un mundo nuevo, que hace tiempo tu me prometiste... pero ahora lo tengo en color.
Con sonrisas pícaras y miradas sinceras.
Con silencios que dicen más de lo que decían tus palabras.

Un trozo de hielo deshecho en los labios#

Una calada de humo que pasa de una boca a otra. Una caricia, un beso, el tacto de unas manos. Unos ojos de mirada intensa, suave. Palabras que no quieren decir nada y silencios que lo significan todo.
Palabras insignificantes.

jueves, 25 de agosto de 2011

Carta de amor.

''La distancia duele. Cada metro, cada kilómetro...cada centímetro que me separa de ti es una continúa tortura. Echo de menos mirarte a los ojos brillantes, echo de menos que tu voz me acaricie con dulces palabras, echo de menos el tacto de tus manos, echo de menos tus labios sonrosados sobre mis mejillas. Ahora mismo, con los ojos empapados, y la mano en el corazón, te digo que has marcado mi vida. Ahora mismo, te aseguro que si pudiera estar ahí, contigo, a tu lado, durmiendo sobre tu pecho, y acompasando tu respiración, cruzaría los siete mares si fuera necesario. Cada beso que me diste, cada palabra que susurraste en mi oído, cada mirada furtiva conteniendo la risa, cada abrazo, hicieron mella en mi alma, hicieron mella en mi corazón. Tal vez parezcan que estas palabras son simples y banales, pero no. Hoy no, por que hoy no está escribiendo mi cabeza, hoy dejo que dirija mi corazón. Hoy te cuento todo lo que siento. Hoy te digo que cada noche sueño contigo, que esto ya es algo obsesivo. Tal vez nunca debí marcharme... tal vez. Pero no podía quedarme, no podía quedarme y ver, soportar, como entre tus brazos mecías a otra persona. Eso arañaba mis entrañas y me hacía sangrar por dentro. Pero, aunque te parezca que todo esto ya está superado, estas palabras son una mera descripción de todo lo que siento todavía por ti. Quizás deba volver, quizás. Pero siempre podrías cansarte de mi. O quizás me hayas olvidado, y esto sea una pérdida de tiempo, pero tengo que intentarlo. Mientras quede una esperanza, tengo que intentar volver a entrar en tu corazón. Tengo que intentar que vuelvas a coger mi mano sin temor, y que no quieras soltarla nunca...
Aunque en realidad, esto es una historia sin final feliz. Nuestro destino ya está escrito, en libros diferentes. Pero no podía rendirme sin antes contarte todo lo que me pasaba por la cabeza. No, aún no. Y puede que incluso ahora siga de pie, intentando luchar por ti, intentando luchar por un imposible...
Solo te pido un último favor. Piensa en mi. Cada vez que te detengas a mirar las estrellas, o cada vez que el espejo te devuelva una sonrisa. Cada vez que alguien te abrace, cuando necesites cariño, o cada vez que observes un gato huidizo huir a lo lejos, piensa en mi.

Atentamente, un corazón que será tuyo hasta el fin de los tiempos.''

Kuduro, morena, conmigo, te pega (8)

Tengo dieciséis años. Dieciséis años y mucho tiempo por delante. Ya tendré tiempo más adelante de sufrir y llorar por motivos de verdad. Ya tendré tiempo de no tener tiempo.
Ahora quiero bailar. Quiero vivir, bailar y disfrutar.
Quiero perderme entre el gentío, sin depender de tu sonrisa. Quiero bailar, levantar los brazos al cielo, sonreirle a gente desconocida, no mirarte, olvidarte. Con luces de colores por todos lados, y música a tope retumbando.
La felicidad no es hacer lo que se desea, es desear lo que se hace.
Bailar, ritmo, movimiento.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Primeras, segundas, terceras...

1 thing 2 do, 3 words 4 you...
Now, you can choose...
But, be careful, there is only an oportunity...

Como si fuéramos unos animales#

Los cimientos de un mundo se desmoronan. Poco a poco, piedra a piedra, molécula a molécula. Ese mundo es cada vez más pequeño. Inundado por las palabras más crueles, quemado por las críticas más dolorosas, ahogado por ese humo que dejan las mentiras.
Cada vez queda menos de él, cada día hay más cenizas, y menos monumentos que cuidar.
Y dentro, solo hay ganas de gritarle al cielo. Las lágrimas brotan, dejando un camino claro a través del polvo. Una uñas que se clavan en el dolor y se aferran a él, como si fuera la única solución. Una sonrisa que hace tiempo que no se esboza. La garganta sangra, dañada por tantas palabras necias, indecibles. La insensibilidad se apodera todo, empujada por tantas picardias de gente que ignora la verdad. Este mundo se destruye, incapaz de aguantar tanto peso por si solo, abandonado por su mundo paralelo, abandonado por su mundo compañero, que ha preferido salir ileso de esta a compartir un poco de peso.
Y asi, este mundo de palabras se destruye, convirtiendose en polvo y cenizas, de las que algún renacerá. Pero nunca volverá a ser igual.

martes, 23 de agosto de 2011

Dar#

Un niño pequeño deseando ser mayor. Creciendo demasiado rápido, se adelanta a las cosas de su edad. Con una sonrisa siempre pintada en la cara y su pelo siempre revuelto. Unos ojos castaños enmarcados con un brillo de astucia en la mirada. Esa mirada, su mirada. Límpida, atrevida, deseosa, inocente, rebelde... cariñosa.
Y su manía de dar siempre la nota, y ese don de hacer reír a los demás. Y ser feliz hasta el final.
Esa huella que deja. Ese cuerpo perfecto para él, esas muestras de cariño, esos besos, esos abrazos que solo él sabe dar, tan cargados de... afecto. Esa manera de llamar la atención. Esas ganas de vivir que solo él tiene, esas ganas de reír a carcajadas, esas ganas de hacer feliz a los demás, y esas ganas de... enamorarse demasiado pronto.
Te ofrezco un mundo de colores, y otro en blanco y negro. Te ofrezco música y ruido, y un lugar tranquilo cuando lo necesites. Te ofrezco una mano, una sonrisa, una mirada, un hombro empapado. Te ofrezco todo lo que pueda dar. Todo, a cambio de una promesa.

Yo nunca dije nada, fuisteis vosotros quienes escribisteis las metáforas#

Yo nunca dije ser una princesa, ni fui besando sapos ni comiendo mandarinas. Hace ya tiempo que encontré una media naranja pero, vaya, mala suerte, se ha podrido. Yo nunca dije que enamoraría con mi canto, ni que sabía que hacer en cada momento.
Ya he lanzado demasiadas monedas al aire con los ojos vendados, ya he escuchado demasiadas cosas como para que las palabras me afecten, ya he aprendido que a la hora de nacer, me tocó el don de no saber que hacer.
Me habéis sobrevalorado, desde el principio. Ni soy de hierro, ni soy lista, ni soy buena, ni soy fuerte por mi misma, yo sola.
Soy una niña, una niña jugando a ser mujer. Una niña indecisa, que va de sabelotodo por la vida y la mayoría de las veces se equivoca. No soy perfecta, y nunca lo seré.
Me arrepiento de las cosas, decepciono a las personas. Y, ¿por qué? Tal vez por que queréis más de mi, por que pedís más de mi de lo que yo puedo dar. Tal vez por que las apariencias engañan.
Las personas no cambian con el tiempo, simplemente muestran como son realmente.
Como me dijo una vez ese amigo capaz de hacerme reír siempre, si yo misma no me defiendo, no defiendo mis intereses, ¿Quien lo va hacer por mi?
Pero... Si yo misma no me conozco, no conozco cada rincón de mi mente, cada uno de mis sentimientos... ¿De verdad alguno de vosotros lo hacéis?

Si intentas tocar el cielo, te asfixias. Si intentas tocar el sol, te quemas. Si intentas tocar el fondo del mar, te ahogas. Así que, me conformo con vivir con los pies en la tierra y observar la luna desde lejos, sabiendo que hay sueños que nunca se consiguen.
Pues son solo eso. Sueños.

jueves, 11 de agosto de 2011

Objetivo/subjetivo.

No hay mayor mentira sobre la faz de la tierra, no hay frase que sea menos cierta, no la hay: ''Soy objetivo''
La objetividad no existe. Siempre juzgamos de manera subjetiva.
Objetivamente, te digo que te odio, que no eres nada ni nadie para mi.
Subjetivamente, no sé que decirte.

Solo queda un refugio, solo me queda un refugio, un refugio que consta de música y palabras.