martes, 24 de mayo de 2011

Me tragué todas las penas con el humo de un cigarro#

Las lágrimas viven en mi, el miedo y la pena.
Cada día me levanto, ocultando pensamientos. Cada día me levanto, mejor, peor, o sin ganas de estar aqui.
Y cuando todo va mal, cuando un nudo nace en mi garganta, cuando los problemas me engullen, me los trago como puedo. Y cuando no puedo, cuando me pueden, me ayudo del humo de un cigarro, y empujo mis penas con él hacia abajo...
Y funciona, pero por poco tiempo,
por que al igual que el humo,
las penas temrinan volviendo.

domingo, 22 de mayo de 2011

Esa noche en la que compartimos algo más que un cigarro#

Abres la puerta como puedes. La llave no entra. Y yo no ayudo. No puedo parar de besarte. No puedo, no soy capaz. Hoy, tus labios son una droga. Lo consigues. Entramos a tropezones y cierro de un portazo. A estas alturas, lo demás me da lo mismo. Nos separamos, puedo sentir tu aliento. Te liberas de mi por un momento, y entre risas echas a correr.
-¡Cógeme!
Te sigo. He nacido para seguirte. Entras en una habitación, no te molestas ni en cerrar la puerta. Cuando entro, estás ya sentado en la cama y encendiendo un cigarro. Me siento a tu lado y me pego a ti, acerco mis labios a los tuyos, pero no me dejas besarte. Intento relajarme, asustada pienso en que puedes oir mi corazón. Pero tu solo me sonríes. Y me miras, de esa manera que solo tú sabes. Tras darle una calada al cigarro, me pasas el humo, de boca en boca.
-Eh, ¿Por qué no hablas? Pareces nerviosa.
-Lo estoy.
-Me encantas. - Palabras susurradas al oído.
-Me pones.
Él ríe y echa el humo hacia el techo. Le arrebato el cigarrillo y voy a darle una calada, pero me lo quita.
-No quiero que tu fumes.
- ¿Por qué? Es injusto.
-No quiero que fumes, no es bueno.
-¿Y tu porqué lo haces?
-Estoy intentando dejarlo.
-Dicen que el sexo es buen sustituyente del tabaco.
Él ríe.
-Comprobemoslo.
Apaga el cigarro en un cenicero de cristal, y se lanza sobre mi. Con mi espalda en el colchón, me besa, me acaricia, me toca. No puedo pensar. Él ocupa ahora todo mi cuerpo, y toda mi mente. Intento quitarle la camiseta. Tras un esfuerzo lo consigo, y dando la vuelta, consigo tumbarlo y sentarme encima suya. Le beso. El cuello, el pecho, todo. El, poco a poco, desabrocha mi camisa. Y, de pronto, siento su piel sobre la mia. Solo nos separan un sujetador y dos pares de pantalones. Ambos problemas se solucionan rápido. O, por lo menos, a mi me parece rápido. Bajo las sábanas, siento su piel, sus manos, sus labios. Bajo unas sábanas se esuchan jadeos, risas e incluso pequeñas carcajadas. En este momento somos una sola persona, una sola existencia. En este momento no existen otros ojos. En este momento, algo cambia. Algo nuevo. Respiraciones demasiado agitadas y corazones latiendo muy rápido...


Un rayo de sol entra por la ventana. Las cortinas están abiertas, y corre un aire agradable. El sol me calienta la espalda, aún desnuda, de la noche anterior. Solo escucho el ruido de las olas.
Con los ojos cerrados, busco a alguien a mi lado. No encuentro nada. Abro los ojos y, tras escuchar unos pasos, se abre la puerta. Me tapo instinivamente. Un gesto inútil. Es él.
-Vaya, veo que ya estás despierta. Buenos días.
Sonríe, solo lleva puesto unos calzoncillos, y trae una bandeja en la mano, que deja encima de una mesa. Dejo caer la sábana de nuevo.
-Buenos días. ¿Qué traes ahí?
-El desayuno.
Se sienta a mi lado y me besa.
-Me has asustado, creia que te habías ido.
-Jamás te abandonaría.
-¿Lo prometes?
-Lo prometo.
Mi estómago ruge.
-Ponte una camiseta mia para andar por aqui.
-Vale.
-Elige tú.
Me levanto, el me observa. Azorada, intento taparme.
-No lo intentes, no te tapes, por favor. Eres preciosa.
Llego al armario y elijo la camiseta más simple que veo. Una blanca. Antes de ponermela, me percato de una cosa. Huele a él. Me encanta. Se levanta y se sienta en una silla que hay al lado de la mesa. Cuando me acerco, me agarra la mano y tira, obligandome a sentarme encima suya. Me besa de nuevo. No me canso de sus labios.
Desayunamos en silencio, entre miradas y suspiros. Y algunos intercambios de saliva. De pronto, veo algo.
-¿Ya lo has decidido?
Digo señalando una papelera llena de cigarros rotos.
-Si, ahora que me has demostrado que el sexo es sustituyente del tabaco, si. Me divierte más lo primero.
Ríe, yo sonrío. Me alegro de que no vaya a fumar más. Sin previo aviso, me coge en brazos y me lleva a la cama. Y las únias palabras que escucho antes de volver al mundo de los suspiros son:
-Te quiero, te amo, y siempre lo haré. Eres lo más bonito que ha pasado por mi vida...

lunes, 16 de mayo de 2011

Llueve#

Una capa de color gris se ha apoderado del cielo.
La lluvia cae, mojando todo lo que encuentra a su paso.
Las gotas, libres al fin, bailan sobre asfaltos y ventanas, creando formas algo excéntricas.
La gente echa al cielo miradas escépticas.
Una luz centelleante atraviesa el cielo, y un trueno retumba segundos después.
Niñas corren por las calles, gritando preocupadas por el peinado de sus muñecas.
Niños corren y saltan por encima de los charcos, con el único fin de mojarse y divertirse. Dos en uno.
Las hojas de los árboles se mueven al viento.
Yo, atrapada, atada con cadenas de oro, observo desde una ventana de frágiles cristales.
Parece que anochece, pero yo sé que el sol está en alguna parte, detrás de esta ¿triste? manta que cubre la ciudad.
Me gustaría salir ahí, fuera, para poder disimular las lágrimas de mis mejillas con gotas de lluvia resbaladizas.
No entiendo como la gente puede odiar la lluvía.
Yo la amo; siento hacia ella algo que no es natural.
El repiqueteo de sus gotas son como notas musicales para mis oidos.
Y ese color gris oscuro, y esas luces repentinas.
Esos días ¿tristes?.
Esos días que anochece antes de tiempo, me hacen sentir viva.
Ese sentimiento de melancolía.
Ese agua fría,
caída del cielo, directamente,
sin intermediarios.
Sentirla corriendo libremente por mi cuerpo,
acaricierme, sin tabús.
Y como consigue relentizar el tiempo,
como consigue alargar la juventud,
como consigue ese sentimiento de libertad,
al sentir mi cuello acariciado por el viento,
al sentir mis cabellos volar, mecidos por una cuna inesixtente.
De pronto, el día se vuelve negro, no hay luz.
Ni farolillos ni quinqués.
Mareas corren por las calles, arrastrando la suciedad poco a poco.
Y esto parece no tener fin.
Este sentimiento de tristeza perpetua.
Este sentimiento de que el tiempo me acompaña, de que el agua y el viento me comprenden.
Este sentimiento de vida eterna.
Este sentimiento de conocimiento que anula la soledad.
Y un papel mojado cruza la calle, subiendo cada vez más alto.
-¡Eh, yo lo conozco!- susurro en esta jaula con barrotes de cristal.- Ese es el papel en el que hablaba de mis sueños, de mi libertad... Vaya, se fue, que rabia.
Destino.
Pezglobo#

Despeinada#

LLL. Live, Love and Laugh. Vive, ama y ríe.
Las mejores cosas de la vida se hacen despeinada: correr, saltar, reír y cantar. Bailar, e incluso dormir y soñar. Incluso cuando vas de viaje te despeinas. O cuando tu mejor amigo te hace cosquillas. O cuando alguien te besa. O cuando sientes el viento, la velocidad. Cuando te bañas en una playa o cuando haces un angel en la arena. Y, por que no, incluso el sexo, incluso hacer el amor te despeina. O una pelea de almohadas con tu mejor amiga. E incluso tumbarse en su cama y deshacersela.
 Por que un ''gran sabio'' dijo: Locura y genialidad, es increible lo a menudo que coinciden esos términos.
Cuanta razón tenía. La locura es divertida, cuando se toma a pequeñas dosis. Y para vivir la locura, no valen ni peinados ni estilismos que valgan. La locura debe ser espontanéa, no debe ser preparada con dos meses de antelación.
Quiero cumplir mi locura contigo, pero no quiero que esté todo planeado.
Quiero vivir despeinada.

jueves, 12 de mayo de 2011

Oh, pues vaya#

Llueve. Y no solo de la ventana hacia fuera. En mi interior también hay tormenta hoy. Asomada a la ventana, veo a las gotas caer y deslizarse formando figuras estrombóticas. La lluvia repiquetea en el cristal, impidiendome oir más alla. Una gruesa capa de nubes grises cubren el cielo. La calle está vacia, solitaria. En momentos como éste, incluso apetecible... Olle, ¿Y por qué no? Decisión instantánea. Me pongo unos vaqueros rapidamente y un chubasquero azul.
-¡Mamá! Me voy.
-¿Con la que está callendo? ¿A dónde vas?
-A dar una vuelta, me estoy agobiando.
Cierro la puerta tras mi espalda. No soporto esperar al ascensor. Corro escaleras abajo. Y una vez en la calle, comienzo a andar. La música suena alta desde uno de los bolsillos de mi pantalón. De pronto, se termina el techo, me comienzo a mojar. Pero, ¿Qué importa? Ése problema es ínfimo en comparación. Llego a un parque escondido, solitario, con una especie de porche. Me siento debajo. Y empieza mi perdición; me pongo a pensar.
A pensar lo engañada que he vivido. A pensar en el miedo que me dá crecer. A pensar en que he perdido más de lo que he ganado... He perdido amigos, y que he gaado a cambio...¿Conocidos? O en algunos casos, ni eso... He ganado disgustos. Quitando a pocas personas. He ganados algunos hipócritas, y otros cobardes. Pero, lo peor de todo, esque ha sido por mi culpa...

Me levanto, no soporto llorar así. Hay un columpio, y me siento en él. Echo la cabeza hacia atrás, para poder disimular las lágrimas con las gotas de lluvia.
Y entonces lo veo claro. Las personas que realmente me quieren y me ayudan, son a las que menos caos les hago.
Ellos. Los únicos que siempre me aceptarán y siempre me mirarán con orgullo. Los únicos con los que se podrá contar toda la vida...
Vuelvo a casa. Quiero abrazar a mi familia. Los necesito, tanto como al oxígeno...

miércoles, 11 de mayo de 2011

Somewhere#

Algún día liberaré a la bestia que llevo dentro, para tener el valor de decirte las palabras más duras del mundo.
Te amo.

sábado, 7 de mayo de 2011

Y un futuro menos claro#

Otra historia sin final. Otra etapa inacabada. ¿Por qué? Me equivoqué, y no supiste perdonarme.
No me pidas que te entienda, por que yo nunca sería capaz de enfadarme con una persona que es o ha sido importante en mi vida alguna vez. No la comparto, pero respeto tu decisión. Y desapareceré de tu vida, ya que es lo que me estás dando a entender que quieres, pero antes, quiero decirte un última cosa, puede que un último intento inútil de que todo vuelva a ser como antes o tal vez por el simple hecho de que necesito que lo sepas: piensas que no me importas, que nunca me acuerdo de ti, que no eres nadie en mi vida... Te equivocas. No sabes hasta que punto. Me acuerdo de ti todos los días, me dan ganas de llorar al comprender que jamás me volverás a abrazar como el verano pasado. Cada vez que entro en mi cuarto, no puedo evitar mirar una de las muchas fotos de mi pared, una foto en la que sale un niño, al que se le ve despreocupado, riendo, feliz. Y a pesar de saber que yo ya no incumbo a tu vida, no puedo evitar sonreir al pensar que a lo mejor, sin mi, tienes alguna posibilidad de volver a reir igual que en aquel tiovivo. Solo quería que supieras que el día que caigas estaré ahi. Y si no me quieres ver, te taparé los ojos, y si no me quieres oir, no hablaré... Pero intentaré ayudarte, aunque no me quieras cerca.
Dicho está. Y tú, precisamente tu, sabes que no soy capaz de escribir mentiras...

lunes, 2 de mayo de 2011

Polos opuestos#

-Las polos opuestos se atraen, por que cada uno tiene lo que al contrario le falta.
+Ya, pero eso solo funciona con los imanes.
-¿Tú crees? Yo no pienso lo mismo.
+¿Por qué?
-Por qué dos personas iguales, se terminan aburriendo la una de la otra, es una relación sin emoción... Dos personas iguales terminan andando por dos caminos diferentes. Al igual que dos polos iguales; son capaces de estar juntos, pero un tiempo muy corto. No pueden permanecer unidos.
+Pero dos polos opuestos estarían siempre discutiendo...
-No, siempre no. Dos polos opuestos son los que demuestran el amor verdadero, ya que lo superan todo juntos a pesar de sus diferencias. Y, precisamente, son las diferencias las que les hacen fuertes... Y las que le dan emoción y diversión a todo. Unas veces cedes, y otras no. Es una especie de equilibrio, como el mundo.
+¿Cómo el mundo?
-Exactamente. El mundo no puede existir sino hay día y noche, ruido y silencio, luz y oscuridad, cielo y suelo... A pesar de ser contrapuestos.

¿Por qué?

Estoy agobiada, triste, decepcionada, nerviosa... No sé que hacer. Quiero controlar la situación, quiero controlar mis sentimientos, quiero controlar mi vida, pero no puedo... ¿Por qué? No lo entiendo...
Tengo ganas de llorar. Siento que el tiempo pasa, y se lleva las cosas que me importan.
Las románticos, recurrían al suicidio para demostrar su amor.
Las vanguardistas tenían dos maneras de afrontar la muerte: con valentía o con miedo.
En cierto  modo, los entiendo a todos. Los entiendo. Y muchos no lo comprendereis. Sé lo que es la soledad, ya que ha llegado a ser una compañera en este camino al que llamamos vida... Y sé lo que es vivir con miedo, ya que siempre se agarra de mi mano, día tras día. Os preguntareis, ¿Miedo porqué?
Sencillo: le tengo miedo a los cambios, al paso del tiempo, a la soledad, a la muerte, a caer en cosas que no debo, a dañar a alguien a quien quiera... Le tengo miedo a un sinfin de cosas. A veces, me asusto hasta del reflejo de mi espejo. A veces, hasta me asusta la chica de ojos rojos y labios temblorosos de mi espejo. Esa que vive 25 horas al día con una máscara, esa a la que muchos dicen conocer, pero nadie lo hace, ya que no se conoce ni ella misma...
Esa de la cual se están derrumbando los cimientos de su mundo, de su existencia.
Esa que es incapaz de ser feliz sola. Que es incapaz de vivir enfadada.
Así que, tengo una pregunta parati: ¿Por qué dañas a todos mis amigos? ¿Por qué?
Si te crees una moneda y piensas que tienes que pasar por todas las manos te equivocas...
Puede que yo no sea la más indicada para hablar, pero déjalos en paz.
Déjalos.
Mi corazón es fragil, como un cristal, y tu lo rompes con cada lágrima que le haces derramar...