martes, 24 de abril de 2012

Sky's the limit.

Nada mejor para ponernos a prueba que algo que comience con la palabra ''imposible''. O ''complicado''. Nada mejor para ponernos a prueba que nosotros mismos. Por que somos capaces de sacar lo mejor, pero también lo peor. Por que somos nosotros quienes nos ponemos nuestros propios límites. Somos nuestros mejores aliados, pero nuestro peores enemigos.
Dime que algo es imposible y lo haré. Dime que algo es improbable y me reiré.
No vas a ser tú quien me diga hasta donde puedo llegar.

miércoles, 18 de abril de 2012

OMFG

El cielo es el límite. Romperé las leyes de la física, demostraré que no solo se puede hablar con palabras. Pisare allá donde nadie haya pisado nunca antes. Dejare una huella tan profunda en la orilla de una playa que ni las olas la podrán borrar. No parare hasta que los espejos me respondan con una sonrisa. Reiré tan alto como pueda. Rozaré las nubes. Te miraré a los ojos tras cada beso.
Y si, algún día caeré...
Pero "que me quiten lo bailao".

lunes, 16 de abril de 2012

Esto no es el final... (VII)

-¿Qué haces aquí?
Leo, que está detrás de Diana, la mira extrañado. ¿Por qué ese tono tan brusco? ¿No se alegra de verle? Y parece que Danielle se hace la misma pregunta.
+¿No te alegras de verme?
Silencio. Solo se escucha el llanto de un niño pequeño que llora, Dios sabrá porque, ahogado entre las voces de personas aburridas de sus vidas, funcionarios y abogados que pasan, como todos los días, por ahí con un café en una mano y un maletín demasiado serio en la otra. Nadie pasa cerca de ellos, es como si el aire a su alrededor fuera más denso.
-¿Por qué debería alegrarme?
Leo no es capaz de cerrar la boca. ¿Qué le pasa a Diana?
+Pues... No sé, estoy aquí. He venido por ti.
-Ya... ¿Y por qué no te lo pensaste antes de acostarte con esa zorra?
La voz de Diana tiembla, pero no por que vaya a echarse a llorar... Tiembla de rabia. Leo decide meterse de por medio.
-Diana, ha venido desde España para verte...
-No lo defiendas. Ha venido de España por que se lo has pedido tú.
La mirada de incredulidad de Leo aumenta por momentos.
-¿Cómo?
-Ésta mañana, como no salías de tu habitación, entré a ver si estabas bien, y cuando vi el portátil encendido y una conversación del messenger abierta con su nombre- señala a Danielle, cabizbajo - no pude evitar abrirla... Lo siento, entendería que te enfadases.
Leo no puede evitar echarse a reír. No sabe si de los nervios o de qué, pero sus dos compañeros lo miran como si estuviera loco.
-Entonces, también sabrás que me voy mañana ¿No?
-Sí, y...
-Bueno, ya hablaremos luego de eso. Pero Danielle ha venido hasta aquí por ti, creo que lo mínimo que se merece es que hables con él, ¿No?
Diana mira a Dani. Parece realmente arrepentido, pero sabe que no lo está. Aún así, sabe que tiene que hablar con él.
-Está bien. Pero los dos a solas.
(Varias horas después, en una bar cerca de el Arco del Triunfo.)
+Me parece bien, normal y justo.
Diana borra las fotos de Danielle de su móvil sin que éste se de cuenta.
-Me alegro de que no te hayas enfadado, y siento que hayas venido para nada...
+No lo sientas, no he venido para nada. Necesitaba hablar contigo. Saber que aunque no vayamos a estar juntos, me has perdonado.
Diana sonríe. Lo quiere, pero bastante menos de lo que pensaba. Y Danielle tampoco parece muy afectado. Y si lo está, se le pasará pronto.
-Pero aún así, podrías quedarte unos días aquí, conocer París... No hace falta que vuelvas mañana a España.
Danielle mira a Diana intentando averiguar cuales son realmente sus intenciones, pero parece sincera. Le ha perdonado todo. Y pensar que lo único que necesitaba era hablar.
+Otra vez será, pero prefiero volver mañana. Los exámenes están cerca y no se estudia medicina en dos días... Pero no vamos a hablar de esto. Quiero que me cuentes la verdad.
-¿La verdad? ¿Sobre qué?
+Todo lo que me has dicho antes... Estás enamorada de Leo, ¿Verdad?
Las mejillas de Diana se encienden casi automáticamente.
-Creo...creo que sí.
+No lo crees, lo sabes. Pero tienes miedo.
-¿Y tú cómo lo sabes?
+Se ve, se te nota. Tienes miedo de que te haga daño. De que te diga que te ama y después te de el palo...
-No sería la primera vez que me pasa, ¿no?
+Pero yo soy un cabrón. En cambio él... Te quiere. No, no te quiere. Te ama. Está enamorado de ti, incluso más que tu de él.
-No creo...
+Yo no es que crea o deje de creer... Yo lo sé. Y vamonos ya. Estará deseoso de saber lo que ha pasado, y le debemos más de una explicación.