lunes, 6 de febrero de 2012

Sus ojos son caramelo, su piel color canela...

Si estás enamorada/o o tienes novio o novia, aún estás a tiempo de dejar de leer. Es más te recomendaría que lo hicieras, que pasaras de esta entrada.
''Encontraron el secreto para amarse eternamente: no volvieron a verse nunca más''. Todos hemos dicho alguna vez eso de el roce hace el cariño, pero no todos nos damos cuenta del error. El roce no hace el cariño, el roce hace rozaduras. Ya no hay ni polos opuestos ni mundos a tu lado. Es febrero. El mes del amor. El mes de San Valentín. Que triste me parece. ¿Juntos para siempre? De pequeños nos enseñan eso de ''nunca digas nunca'', pero se les olvida el ''nunca digas siempre''. Todo llega y todo pasa. La de veces que me habré repetido a mí misma esa frase, que me la he terminado creyendo. Puede parecer que estas palabras están tintadas de rencor, pueden parecer teñidas de reproche, pero más que todo eso, más allá de las primeras impresiones, es una manera de animarme a mi misma. Al fin y al cabo, las heridas del alma son las que más tardan en sanar, y nadie sabe mejor que yo lo que necesito en cada momento.
Heridas del alma... No hay mayor herida que descubrir que todo en lo que he creído durante tanto tiempo o es más que una leyenda, un cuento, una historia... Tantas historias escritas, contadas, vividas y ocultadas, todas mentira. Creo que eso es lo que más me ha afectado; el dejar de creer en algo.
Como dijo Ana Torroja en una de sus canciones, amar es el comienzo de la palabra amargura.
Nos empeñamos en aferrarnos con uñas y dientes a una ilusión, hasta tal punto que la caída resulta tan dolorosa que piensas que siempre te quedarán señales. No, no te equivoques. Algo que no existe no puede hacer tanto daño.
Pero somos personas, necesitamos creer en algo. Aunque no exista.

1 comentario:

  1. Que bonito!! :)Me pasaba por aquí para dejar mi blog http://vivalaleydeltemor.blogspot.com y para que os hicierais seguidores y así yo me haré del vuestro :)

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