Hombres perdidos, perdidos del todo.
Hombres que, una vez que se dan cuenta de su error, intentan derrumbar el escenario en el que se está representando su vida. Hombres que no se dan cuenta de que, por mucho que derriben la pantalla, esas serán siempre las luces de su vida. Vidas que se resumen en metal. En el metal que forma la lata de una película, y que esconde un contenido en negativos, en fotogramas. Un contenido vacío, merecido. El contenido que dan años de hacer el amor con las actrices secundarías, y no con la amada, con la protagonista.
''-Gracias.
-¿Por qué?
-Por demostrarme que no soy especial''
Hombres creados por instinto animal. Hombres creados por musas. Musas que no son mujeres. Musas que han hecho de Italia, lo que Italia es hoy.
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