Soy dueña de lo perfecto, una gran perfeccionista. Me gusta hablar a voces y crispar los nervios a los demás, ¡Qué más da! Si siempre terminamos riendo. Nunca le pondré precio a una sonrisa, ni necesitaré palabras para hablar. Alzaré mi voz para hacerme oír. Puede que por mucho que grite no tenga más razón, pero soy así.
Y ha llegado el momento de hacer lo que a mi me de la gana, y no lo que los demás esperan de mi.
Tal vez sea una chica decepcionante... Pero lo que para otros son decepciones, para mi puede ser un éxito.
Por que si te decepciono por preocuparme más por mis amigos que por mis amienemigos... ¡Es que no me conoces!
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