El placer que te dé algo es directamente proporcional a lo prohibido que esté.
Todo lo prohibido, negado, inmoral o ilegal, nos llama la atención.
Todo lo prohibido, negado, inmoral o ilegal nos sabe diferente.
Lo prohibido, negado, inmoral o ilegal... lo queremos.
Pero, cuando es inmoral, ¿Debemos cogerlo o luchar contra el placer?
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