Estoy harta, hartísima, de esconderme tras una mascara. Estoy harta de preocuparme más por satisfacer a los demás que por mi misma.
Paso tras paso, error tras error, he ido aprendiendo, pero no poniendo en práctica. Cada paso en falso, con los ojos cerrados, me ha costado algo.
He aprendido a vivir con miedo, miado a ser juzgada, a decir lo que pensaba,a perder amigos...
Punto. Punto y final. Eso es lo que le voy a poner a esta situación.
Antes cargaba con los errores ajenos, ahora conozco lo que es vivir por ti misma, tomar tus propias decisiones, sentirse libre, sin ataduras... Esa sensación es como una droga, a la que cada vez me cuesta más renunciar.
Voy a luchar por lo que quiero, preocupandome por todos, pero queriendome a mi misma...
Reitero; voy a luchar por lo que quiero, y ahora misma lo que quiero tiene nombre propio.
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