domingo, 23 de enero de 2011

Quisiera ser el aire que escapa de tu risa#

Despierta entre jadeos y se incorpora rapidamente en la cama. Una pesadilla. Pero al abrir los ojos lo primero que piensa es que se siente extraña durmiendo alli, pero le encanta. Solo lleva puesta una camiseta de tirantas con un culot. Mi a su derecha. Ahí está el, duermiendo, repiración acompasada, pero sobre todo, con una expresión tranquila y una sonrisa en los labios. Ella también sonríe al verle y él, como si la sintiera, abre los ojos en ese momento.
-¿Qué haces despierta?
-Acabo de tener una pesadilla...-dice mientras se vuelve a tumbar a su lado.
-¿Ah si? ¿Y que pasaba? -ahora es él el que se incorpora sobre el codo para mirarla a los ojos.
-La verdad es que no lo recuerdo, cuando me he despartado y te he visto, se me ha olvidado...
Él sonríe y, apartandole el pelo de la cara con una caricia, la besa. No ha pasión. Sólo amor y ternura. Cuando termina se tumba pero esta vez no a su lado, si no que hace que ella se acomode sobre su pecho. Mientras mira al techo, le pasa la mano por el pelo con ternura y ella acaricia la mano de él. A pesar de que es verano, ninguno tiene excesivo calor. El calor que desprenden sus cuerpos es... agradable.
-Nunca hubiera pensado que terminariamos así...
-Yo tampoco,pero no me arrepiento.
Él sonríe.
-Yo tampoco, pequeña, es más, me alegro...
La estrecha entre sus brazos.
-Te quiero, te quiero, te quiero...
Él la coge de la barbilla, la mira a los ojos y, antes de besarla, solo dice dos palabras:
-Para siempre.
Cuando el corazón habla, las palabras sobran.

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