domingo, 22 de enero de 2012

Ten paciencia, que no hay mejor medicina que el tiempo.

Los años pasan, y con ellos los daños. Y las heridas que más duelen son las del alma, esas para las cuales no hay medicina. Esas que nos hacen llorar más que los raspones en las rodillas cuando teníamos 6 años.
Puedo intentar expresar o escribir lo que me pasa ahora mismo por dentro, pero no lo conseguiría, por que ni yo lo sé. No me salen las palabras, lo intento y no puedo. Es más grande que yo, es superior. Es demasiado tiempo intentando engañarme a mi misma, pero en el fondo siempre lo he sabido. Claro que hay cosas imposibles, pero eso no significa que vaya a rendirme. Todo lo contrario. Sacaré fuerzas de donde no las tengo para demostrar a todos, y sobre todo a mi, que puedo.
Dejaré de lado ese asqueroso sentimiento de impotencia.

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