A veces lo mejor es mirar al suelo. Andar con la cabeza gacha, no intentar oponerse, siquiera intentar hablar...
No mirar al cielo; jamás lo alcanzarás. Y no mirar al frente, es demasiado duro. Demasiada carga para mi.
No observes las estrellas hasta que estés preparado para admirar su belleza. No observes la luna hasta que aprendas a verla desaparecer, ni levantes la cabeza pensando que el sol siempre brillará ahí.
Mira al suelo. No es lo que te mereces, pero si lo que tienes. Mira al suelo y ten cuidado. Anda lento, sin pisar ninguna grieta, sin lanzar ninguna piedra, sin cometer ningún tropiezo.
Cuando seas un borrego más, comenzarás a caer bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario