Perdón.

¿Por qué nos gusta ver tanto la paja en el ojo ajeno? Aprended de vuestros propios errores, coño.
Aprended de vuestros propios errores, para que no caigais más de una vez con la misma piedra.
Yo ya lo he hecho, para mi ya es demasiado tarde... Pero el error sigue siendo mio. Primero, por hacer lo que hice, por ser tan orgullosa y por no saber decir que no, y segundo, por confiar en las personas equivocadas. Sí, la culpa no es vuestra por haberlo contado, si no mia por haberoslo dicho. La culpa no es vuestra por haber sido testigos, si no mia por haber cedido. Pero ya no hay de que preocuparse, eso no volverá a pasar. Ni vosotros volvereis a saber de mi vida, ni yo volveré a caer tan facilmente. Decidido.
Solo me arrepiento de una cosa, de no poder volver atrás, de no poder rectificar sin consecuencias.

Simplemente, me atendré a las consecuencias de mis actos.